Irán y el plan de Acción Integral Conjunto
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
Firma invitada >

Irán y el plan de Acción Integral Conjunto

|

(Especial CEEAG para Infodefensa) La reciente declaración de Irán en cuanto a que habría sobrepasado sus reservas de uranio enriquecido, superando el límite de 300 kilos establecido por el Jcpoa (Joint Comprehensive Plan of Action; Plan de Acción Integral Conjunto, en castellano), implican una violación flagrante a este instrumento internacional que ya se encontraba en entredicho tras la salida de Estados Unidos de esta convención en mayo del 2018. A mediados de mayo del presente año, Teherán ya había advertido esta posibilidad y ahora lo dejó en claro mediante una declaración del ministro de relaciones exteriores iraní Mohamad Yavad Zarif. Dicha situación ya habría sido constatada por inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), según la agencia iraní de noticias FARS.

Además, Irán ha criticado el Instrumento de apoyo a los intercambios comerciales (Instex), mecanismo establecido en enero por tres potencias europeas participes del Jcpoa: Alemania, Francia y el Reino Unido, denominados el EU3, con el fin de salvar el acuerdo con Irán. El sistema buscaba proteger las transacciones no dolarizadas de Irán con el fin de atenuar las sanciones de Washington y así salvar el acuerdo con el país persa. Teherán ha sostenido que ello no es suficiente para evitar el desarrollo de su programa nuclear.

Cabe señalar que la actual Administración norteamericana ha sido crítica del Jcpoa desde sus inicios, señalando que no es lo suficientemente restrictivo para que Irán no desarrolle su programa nuclear. Además, ha argumentado que Teherán nunca ha cumplido el acuerdo, porque seguiría desarrollando su programa nuclear y balístico. Para aumentar la visión crítica al acuerdo, la imagen de un avión lleno de divisas retenidas por el embargo a Irán en el aeropuerto de Teherán, luego de la implementación del Jcpoa y ampliamente difundida por los medios de comunicación norteamericano, generó muchos reparos en la opinión pública norteamericana y en el propio Trump que en ese momento se encontraba en plena campaña presidencial.

La decisión del régimen iraní de hacer público su incumplimiento al compromiso pactado busca presionar a Washington, dando una señal de que las sanciones aplicadas por Estados Unidos no están generando el efecto buscado por la Casa Blanca, esto es, que Irán renuncie definitivamente a su programa nuclear. Situación que se da en un contexto de alta tensión regional con dos conflictos abiertos: Siria y Yemen; además de las disputas entre Irán e Israel por una parte e Irán y Arabia Saudita por otra.

En Siria, particularmente, continúan desarrollándose ataques por parte de la fuerza aérea israelí a posiciones iraníes en ese país, dicha situación ha sido reconocida por ambas partes. A eso debemos agregar la guerra civil en Yemen donde Irán apoya a los hutíes, grupo zaidiano, considerado una rama del chiismo, una de las dos grandes corrientes del Islam del cual Irán es su máximo exponente. Este conflicto lo enfrenta con Arabia Saudita y otros países de la península arábica de mayoría sunita que apoyan a las fuerzas del presidente Al-Hadi, las cuales se enfrentan con las fuerzas hutíes. Junto con esto, se han registrado ataques a buques tanqueros en Bahréin, en las cercanías del estrecho de Ormuz y el derribo de un dron norteamericano (estadounidense); los cuales son atribuidos, aunque sin comprobación, a fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní o milicias pro iraníes. Estos hechos reflejan una gran inestabilidad regional que puede afectar la crisis generada por la intención de Irán de obtener armas nucleares.

A su vez, las grandes potencias se han alineado con alguno de los países de la región en conflicto. Rusia y China han apoyado a Irán en su disputa con los Estados Unidos. Para Moscú la relación con Irán le ayuda a consolidar su propia presencia en la región, ya que le permite tener bajo control gran parte de Siria y evita un mayor despliegue de Estados Unidos en Oriente Medio (por Oriente Próximo), especialmente en la zona del Levante. Además, Teherán le genera un nuevo conflicto a Washington, lo cual es aprovechado por Moscú para consolidar su aporte energético a Europa (los hidrocarburos provenientes de Irán son la principal alternativa para el mercado europeo de los hidrocarburos provenientes de Rusia). Junto con ello, obliga a Estados Unidos a realizar esfuerzos para solucionar la crisis, pudiendo El Kremlin intervenir en otras zonas del globo con una mayor certidumbre de no generar un conflicto directo con Washington.

La presión ejercida por Irán mediante el anuncio del aumento de su uranio enriquecido, deja a Washington y sus aliados en un difícil escenario, limitando su margen de acción frente al conflicto con Teherán. El riesgo de una intervención norteamericana para impedir un mayor desarrollo del programa nuclear iraní aumenta, ya sea que decida hacerlo por voluntad propia o que se vea arrastrado por un ataque israelí a Irán; no obstante, no parece ser la voluntad de las partes en conflicto llegar a dicha situación, aunque el tiempo para establecer un acuerdo se agota y la posibilidad de un error por parte de uno de los intervinientes en el conflicto hace del momento una crisis con un alto grado de incertidumbre y riesgo.

© CEEAG Todos los derechos reservados. Este artículo no puede ser fotocopiado ni reproducido por cualquier otro medio sin licencia otorgada por la empresa editora. Queda prohibida la reproducción pública de este artículo, en todo o en parte, por cualquier medio, sin permiso expreso y por escrito de la empresa editora.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto