Comunicación efectiva en tiempos de crisis
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Comunicación efectiva en tiempos de crisis

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(Especial CEEAG para Infodefensa) Los alcances de la crisis mundial provocada por el coronavirus, ha obligado a diversos actores (Estado, ciudadanos, Fuerzas Armadas, entre otros) a tomar medidas para adaptarse y responder de manera adecuada a los problemas y desafíos asociados a esta pandemia.

Uno de esos desafíos es el aspecto comunicacional, ya que lograr transmitir un mensaje de manera clara y sencilla no es tarea fácil; requiere de un manejo teórico y práctico importante, junto con recursos económicos y tecnológicos, a los cuales se deben sumar profesionales calificados que permitan transmitir los mensajes de manera efectiva en un tiempo determinado.

Por ejemplo, en el caso de los Estados, estos han tenido no solo que redefinir sus prioridades, re-estructurar las políticas públicas, revisar su modelo de gestión territorial, y desarrollar cambios organizacionales importantes para poder afrontar de manera eficiente la multiplicidad de desafíos asociados a esta crisis; sino que, además, han tenido que comunicar estos cambios y medidas de manera clara, con la complejidad que ello conlleva.

Los individuos también han experimentado cambios radicales en su forma de vida y de interacción social (más acotada y restrictiva), lo que de alguna forma ha remodelado los contenidos, medio y formas sobre las cuales construyen su realidad. Es así que hoy estarían primando expectativas relacionadas con una mayor seguridad individual y colectiva, centrada en un solo aspecto: sobrevivir a la pandemia. Y es básicamente esa información la que buscan en los medios de comunicación de masas y redes sociales.

A partir de lo anterior, es posible observar una nueva configuración en la forma de relación social, la que tendría dos vertientes: Una solidaria, cooperativa, comprometida con una visión de comunidad, de protección propia y colectiva; y otra, excluyente, individualista y discriminadora, basada en gran medida en el miedo al contagio y a la muerte. Ambas vertientes coexisten, inclusive son expuestas y confrontadas en redes sociales y canales de televisión, enfatizando en ellas de acuerdo a los intereses y líneas editoriales de los medios de comunicación que las transmiten; afectando de alguna manera la escucha activa y empática entre ciudadanos.

En este contexto, el impacto del Covid-19 también ha alcanzado al Ejército de Chile, el que no solo ha desplegado tropas para reforzar la seguridad y el control ciudadano en apoyo a las Fuerzas de Orden y Seguridad, sino que, a nivel interno, ha tenido que diseñar diversas estrategias para afrontar la crisis, tanto desde un punto de vista organizacional como comunicacional.

Sobre este último punto, destaca el contacto activo y cercano de la institución con los ciudadanos - sobre todo con los más jóvenes-, a través de sus redes sociales (facebook, instagram, Twitter), utilizando estos medios para informar y explicar las actividades realizadas (cuidado de infraestructuras críticas, entrega de mascarillas, ubicación de los puestos de atención médica PAME, control fronterizo, entre otros) o bien para entregar mensajes de apoyo y contención por parte de los comandantes de las unidades.

Lo anterior refleja, en gran medida, que la institución está en el camino correcto en lo que a comunicación efectiva se refiere: un público objetivo definido, mensajes claros, entendibles, y que no generen dudas o interpretaciones erróneas. Visto así, esta crisis podría ser entendida como una excelente oportunidad para acercar al Ejército a la población, compartir su visión, ampliar su alcance comunicacional (a otras audiencias), mejorar la aprobación a la gestión institucional y mostrar su polivalencia.

En conclusión, la crisis del coronavirus puede ser vista –independiente de su gravedad- como una oportunidad valiosa para reflexionar sobre lo que significa vivir en sociedad en el siglo XXI y a cómo enfrentar situaciones complejas a nivel estatal, individual e institucional. También, para comprender más el poder del lenguaje en un mundo globalizado y tecnologizado, para comunicar de mejor manera efectiva las ideas, ser más empático y enviar correctamente los mensajes que la ciudadanía necesita escuchar.

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