Armada de Chile, vigilante de la conservación de los recursos marinos en la Antártica

El patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba de la Armada de Chile efectuó tareas de identificación e inspección de pesqueros en el Territorio Chileno Antártico para verificar la extracción racionalizada y cumplimiento de las cuotas establecidas de la extracción del recurso krill y bacalao

La actividad desarrollada por la unidad dependiente de la Tercera Zona Naval es parte de la fiscalización permanente que efectúa la institución en esa zona del mundo y permite dar cumplimiento a los acuerdos internacionales suscritos por Chile para combatir la Pesca Ilegal, no Declarada, no Reglamentada (Indnr).

La operación de monitoreo de las actividades de pesca que realiza la Armada de Chile a los buques pesqueros en el área contribuye al resguardo de las medidas de conservación establecidas en la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccaml).

El acuerdo surge desde la necesidad de considerar las graves consecuencias del aumento de las capturas de krill, recurso fundamental en el frágil equilibrio del ecosistema de la zona. Para este fin, las Partes Consultivas del Tratado Antártico establecieron la Ccarnl en 1977. En la actualidad, esta convención cuenta con 34 estados miembros.

El control y la inspección de pesqueros autorizados a efectuar faenas en esta área contribuyen a promover las buenas prácticas, asegurando el cumplimiento de las medidas de conservación establecidas en la Ccamlr para el cuidado de la biodiversidad en la Antártica, siendo obligación para los países miembros tener la capacidad de cumplir el tratado.

Una operación compleja

La capacidad de desplegar un patrullero oceánico demuestra a nivel internacional la capacidad operativa institucional en el continente antártico contribuyendo a la Cooperación Internacional, al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado, así como a la Seguridad e Intereses Territoriales.

El mayor desafío que enfrentó el personal naval durante esta fiscalización en el sector asignado con la nomenclatura de 48.1, que corresponde al área oceánica de Paso Drake Sur e Islas Shetland del Sur con límites meridionales 50°W y 70°W y latitudinal 60°S y 65°S, son las condiciones meteorológicas en que se desarrollan las operaciones, desde fines de mayo a inicio de junio, periodo en que la flota internacional finaliza la extracción según la cuota pesquera.

El comandante del OPV-83 Fuentealba, capitán de fragata Gerardo Zwanzger, indicó que "las bajas temperaturas sumadas a las condiciones de mar y viento no permitieron efectuar abordajes en el estrecho de Bransfield. Sin embargo, luego de una adecuada planificación se escogió el sector de Bahía Chile donde estaban los buques logísticos extranjeros (Tenders) para la realización de la fiscalización a bordo de las embarcaciones”.

Esfuerzo permanente

El jefe del Departamento de Pesca de la Dirección de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático (Dirinmar) de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), capitán de fragata LT Ricardo Cárcamo, destacó que la fiscalización permanentes en el área antártica de responsabilidad de la Armada de Chile es parte del compromiso del país contra la pesca ilegal y el resguardo de los recursos marinos.

“Debemos recordar que las exigencias para los buques que capturan bacalao (recurso objeto de conservación en Ccamlr), aplican independiente de donde se capturó el recurso; por lo que toda la flota nacional bacaladera debe acogerse a estas medidas, en especial a lo que dice relación con la certificación de captura. Si no fuéramos parte del convenio, se cerrarían para nuestro país los mercados que compran bacalao, considerando que el 99% de nuestras exportaciones de bacalao van a Estados Unidos quien está fuertemente comprometido con el combate a la pesca ilegal de este recurso y quien además es miembro de este acuerdo internacional. Nuestra flota pasaría a ser ilegal a nivel internacional”, señaló el comandante Cárcamo.

El jefe del Departamento de Pesca de la Dirinmar manifestó que uno de los mayores desafíos es contar con personal capacitado para asumir el rol de inspector Ccamlr ya que es un tema netamente pesquero, considerando que existe una constante rotación del personal naval, quienes van adquiriendo experiencia, pero luego deben dejar la unidad, iniciando todo el proceso de entrenamiento con el personal nuevo que asume este rol.

“El inspector debe familiarizarse con las Medidas de Conservación (MC) y aprender a efectuar visita e inspección a buques pesqueros de bandera extranjera en el área del acuerdo, siguiendo para ello el protocolo establecido y debiendo revisar bodegas, bitácoras de pesca, verificar el uso del VMS, tomar contacto con el observador científico, entre otras cosas, a fin de verificar el efectivo cumplimiento de las Medidas de Conservación”, señaló Cárcamo.

Un procedimiento regulado

Otro reto es que la actividad pesquera cada vez se desarrolla más entrado el otoño, lo que hace que las condiciones meteorológicas y glaciológicas sean más extremas y no siempre permiten efectuar la visita e inspección a las embarcaciones que realizan extracción de recursos marinos.

Cada vez destacar que la flota internacional está compuesta por naves de nacionalidad china, coreana, noruega, ucraniana y este año un buque de bandera chilena, países que son signatarios del acuerdo y que colaboran con los procedimientos de visita e inspección.

El comandante Cárcamo recalcó que todas las actividades de fiscalización realizadas por la Armada de Chile son informadas a la Secretaría del convenio, quien además lo informa a todos los países miembros y cooperantes, por lo que cualquier irregularidad o incumplimiento no es bien acogido por los Estados y analizado en las reuniones internacionales