Noruega prepara una inyección de 17.600 millones de euros extra a su defensa

Noruega quiere asegurarse de un incremento adicional de sus gastos de defensa durante los próximos veinte años. El país, que el pasado diciembre ya anunció una subida en los presupuestos militares del 10% para este ejercicio 2016, acaba de presentar al Parlamento un libro blanco en el que sella la tendencia al alza. En 2020 el país espera haber superado en 7.200 millones de coronas (cerca de 770 millones de euros) las partidas previstas para este 2016, y en los próximos veinte años prevé un acumulado de 165.000 millones de coronas (17.570 millones de euros) en fondos adicionales para sus fuerzas armadas.

Es la primera vez que un plan a largo plazo de este tipo incorpora el crecimiento de los costes en equipamiento militar por encima de la inflación como parte integral de su planificación financiera. En boca de su ministra de Defensa, Eriksen Søreide (en la imagen), la tendencia no puede seguir el camino de aprovechar la aparición de equipos y tecnologías más capaces para adquirir menos unidades, de ahí la necesidad de comprar más plataformas y sistemas de los inicialmente previstos.

Noruega gastó en 2015 un total de 47.550 millones de coronas en su defensa, lo que al cambio actual supone poco más de 5.000 millones de euros. Esa cantidad, recogida por el Instituto de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri), se verá significativamente aumentada tras el incremento del 9,8 por ciento consignado para este año y los que ahora se suman en el libro blanco.

“Tenemos que tomar las decisiones correctas e invertir ahora para asegurarnos de que contamos con las capacidades necesarias para enfrentarnos a cualquier amenaza futura”, resume Søreide. La ministra justifica la urgencia de esas decisiones tras comprobar cómo la seguridad en Europa “se ha deteriorado en los últimos años, lo que nos recuerda que no podemos dar por sentados nuestra soberanía, nuestros derechos y nuestras libertades”. Además, advierte, “el rápido cambio también nos recuerda el hecho de que resulta demasiado tarde prepararse para una crisis cuando ésta ya está aquí”.

El nuevo plan a largo plazo noruego propone una serie de inversiones en capacidades de importancia estratégica entre las que su Gobierno enumera en un comunicado las mejoras de la inteligencia, del conocimiento situacional, de la supervivencia y del poder de ataque de sus fuerzas militares. Además de completar la adquisición de aviones de combate de quinta generación F-35 Lightning II, cuya primera unidad deberá estar lista en 2017; el proyecto recomienda la construcción de cuatro nuevos submarinos –el plan ya está muy avanzado, como ha informado Infodefensa.com– , la sustitución de la flota de aeronaves de patrulla marítima y la inversión de importantes cantidades en modernos sistemas de defensa aérea.

Noruega se encuentra en la actualidad inmersa en un programa de modernización de sus fuerzas armadas que incluye más de una veintena de proyectos en distintas fases de ejecución, entre los que figura la modernización de su flota de vehículos CV90 y una nueva base logística para buques de la Armada. Además, el presupuesto para este año presenta la adquisición de 320 vehículos ligeros destinados a la Guardia Nacional por un coste estimado de 527 millones de coronas (algo más de 56 millones de euros al cambio actual).

Noruega es uno de los escasos países europeos que continuó incrementando sus presupuestos militares durante los pasados años de crisis y recortes en los gastos de defensa, gracias a la inyección económica que le brinda sus explotaciones petrolíferas.

El Parlamento noruego deberá aprobar el nuevo libro blanco tras el receso del verano para que salga definitivamente adelante.

Fotografías: Ministerio de Defensa de Noruega