Eurosam, Rafael o Raytheon compiten por la defensa antiaérea suiza

La Oficina Federal de Adquisiciones de Defensa de Suiza (Armasuisse) ha solicitado a tres fabricantes ofertas para la compra de un nuevo sistema de defensa aérea de largo alcance (DSA, por sus siglas en inglés). Las seleccionadas son la compañía francoitaliana Eurosam, por su sistema SAMP/T; la israelí Rafael, fabricante de la Honda de David, y la estadounidense Raytheon, que opta al programa con su sistema de misiles Patriot.

La Armasuisse ha cursado su solicitud a través de los organismos gubernamentales correspondientes de los países de estas empresas. En ella se especifica que las ofertas deberán incluir las capacidades de cada sistema propuesto, los costes de adquisición y soporte del producto, distintas propuestas para la cooperación entre las fuerzas armadas y las autoridades de contratación, e indicaciones sobre la posibilidad de compensaciones.

El plazo para la presentación de opciones concluye el próximo mes de marzo. Armasuisse prevé ensayar los detectores de radar de cada sistema en Suiza antes de que acabe el próximo verano. También estudiará las capacidades de otros componentes principales del arma, como el sistema de control y los propios misiles, posiblemente también en Suiza o, en su caso, en el propio país de origen de cada fabricante.

Este programa de adquisición forma parte del proyecto suizo de dotarse de una defensa aérea en el que también se contempla la compra de 40 aviones de combate, para la que ya compiten Airbus, con su modelo Eurofighter; Dassault Aviation, fabricante del Rafale; Saab, desarrolladora del Gripen; Boeing, que opta con su F/A-18 Super Hornet, y Lockheed Martin, responsable del F-35A.

Abatir objetivos a 50 kilómetros

Las autoridades suizas optaron por buscar una nueva solución a la defensa aérea del país después de que en mayo de 2014 sus ciudadanos rechazasen en referéndum la compra prevista entonces de 22 aeronaves Gripen a la sueca Saab por cerca de 3.500 millones de dólares. Con este objetivo a mediados de 2016 se encargó a un grupo de expertos la evaluación de una nueva solución para la defensa aérea del país a través de un informe de recomendaciones.

El trabajo recogió cuatro opciones, cada una de ellas basada en un distinto grado de desarrollo de los sistemas de protección del espacio aéreo, y describía sus ventajas y desventajas. La segunda opción, que fue la finalmente elegida, planteaba la compra de 40 cazas y la adquisición de una nueva red de defensa aérea por 9.000 millones de dólares.

El sistema de misiles finalmente elegido deberá ser capaz de interceptar objetivos a 50 kilómetros de distancia y hasta 12 kilómetros de altura. Las candidaturas serán valoradas bajo los mismos criterios principales señalados para los aviones y con igual ponderación.