Domecq EDA: "Cooperar en el ámbito naval también es una necesidad en Europa"

La Agencia Europea de Defensa (AED) interpreta un papel central en la consolidación emprendida en los últimos años hacia una verdadera alianza continental de seguridad, a través de iniciativas como el Fondo Europeo de Defensa o la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco, por sus siglas en inglés). El director ejecutivo de esta entidad de la UE, Jorge Domecq, también respondió en la entrevista que mantuvo con Infodefensa.com el mes pasado acerca de las implicaciones para la industria de esta nueva etapa de estrechamiento de lazos en defensa.

¿La nueva cooperación militar europea se limita a sacar adelante proyectos conjuntos participados por empresas de distintos países o impulsará también el establecimiento de fusiones y adquisiciones entre ellas?

La consolidación industrial es positiva, pero no puede ser impuesta por decreto. Además, la consolidación industrial es un tema en el ámbito de defensa sensible para muchos países, porque tienen que mantener una seguridad de aprovisionamiento si tienen una crisis. No pueden depender para estos asuntos de un tercer Estado, que al mismo tiempo no está comprometido con su defensa. Mi experiencia es que la consolidación solamente es exitosa alrededor de programas conjuntos. Lo que debemos promover es que la cooperación en el ámbito de la defensa sea la norma, no la excepción, y la industria lo seguirá, incluso con posibles fusiones. En ese punto lo que yo veo es que incluso grandes empresas europeas no tienen la ambición de absorber totalmente a muchas pymes muy competitivas que le aportan conocimientos en determinados nichos tecnológicos. Prefieren tenerlos como socios y usarlos en proyectos concretos. Yo creo que esa línea va a seguir en muchos aspectos que van a ser muy importantes en los sistemas futuros.

-De momento, aunque solo supongan movimientos simbólicos, ya existen proyectos de cooperación europeos para el desarrollo de un avión de combate, de un dron de media altitud y gran autonomía o incluso de un nuevo carro de combate (el EMBT que está desarrollando KNDS). En el ámbito naval, sin embargo, parece más complicado el desarrollo de buques con la implicación de varios países. Intentos como los de Naval Group y Fincantieri, a las que se percibió como el núcleo de una posible cooperación entre todos los grandes astilleros europeos, no han avanzado finalmente como se previó. ¿Qué hace falta para que la industria naval europea sea capaz de coordinarse y aprovechar sinergias?

Probablemente el sector naval sea el más complejo actualmente. A ello contribuyen también las importantes implicaciones en el empleo en los países donde existen astilleros. Pero la cooperación en el ámbito naval también es una necesidad. Las plataformas son importantes, pero debemos pensar que en el futuro los sistemas y sensores van a serlo mucho más. Es decir, la dependencia en plataformas va a ser menos importante que la no dependencia en sistemas. Tenemos que ser capaces de cooperar en lo naval. Hay nuevos países emergentes que en el ámbito de los astilleros y la construcción naval tienen unos precios antes los que es muy difícil competir en la actual situación económica.

¿Es viable por tanto seguir compitiendo con varias plataformas fabricada en Europa, por ejemplo fragatas, y buscar sinergias desarrollando unos mismos sistemas y sensores?

Deberíamos saber superar eso [y construir una única fragata]. Este es el núcleo del trabajo de la agencia: armonizar los requisitos que definen los programas que después los países miembros estén dispuestos a sacar adelante.

¿Por tanto apuesta construir una única plataforma para toda Europa?

Sin duda. No hay que olvidar tampoco que en el futuro muchas de las plataformas tendrán un enfoque modular. De este modo se podrán ir adaptando las innovaciones tecnológicas. Esto permitirá que haya una base común, aceptada, que sea compatible e interoperable entre los distintos países que lo usen, pero que puedan tener variedades según las necesidades de cada país.