El presidente nicaragüense, Adolfo Díaz Recinos, contaba para la batalla con el apoyo de un contingente estadounidense y del ejército de la Segunda República Conservadora, bautizado como La Constabularia.
Mientras se intercambiaba fuego de artillería, la atención estaba puesta en el acceso de la ciudad por mar y los cambios en la marea provocados por las tormentas.
El empleo de la artillería durante el ataque de Conti fue la principal razón por la que Carlos Manuel decidió ordenar la retirada.
El combate duró hasta el anochecer, cuando el marqués de Novalinches fue herido en la mandíbula por metralla y tuvo que tomar el mando el general Jiménez de Sandoval.
Así, las tropas de Belgrano se instalaron en la ciudad de Tucumán y fueron acogidos y apoyados por sus habitantes.
El combate supuso un antecedente para la guerra entre Reino Unido y España entre los años 1585 y 1604.
Tal día como hoy, 22 de septiembre, pero de 1586, el ejército de Felipe II se enfrentó a las tropas inglesas y neerlandesas en la ciudad de Zutphen, ubicada en una de las (por aquel entonces) diecisiete provincias de los Países Bajos, Güeldres.
Ostende no había sido conquistada antes por los españoles y fue a partir del inicio de la guerra cuando cobró importancia por su ubicación estratégica.
La batalla supuso una victoria decisiva del Estado de Buenos Aires y significó el fin de la Confederación de Argentina como fuerza dominante en el país.
Falleció debido a su deterioro de salud en la Isla de San Fernando con un amplio historial militar a sus espaldas. Monteverde estuvo al mando de la campaña militar que terminaría con la I República de Venezuela en el año 1812.
Las edades de los cadetes del colegio militar variaban entre los 12 y los 18 años, y pese a que su instructor y militar general, Mariano Monterde, les comunicó la posibilidad de marcharse, la mayoría de estos jóvenes decidieron permanecer en el castillo y defender su país.
Fuego sobre el mar Cerca de las cuatro de la tarde, el buque insignia de Oquendo incendió el navío Prins Willem, en el que se encontraba Pater.
Tal día como hoy, 10 de septiembre, pero de 1229, el rey Jaime I de Aragón, apoyado por las fuerzas de Marsella, Narbona, Génova, así como por la Orden del Temple y la Orden del Hospital de San Juan, inició la conquista de la isla de Mallorca, que duró dos años.
Tal día como hoy, 9 de septiembre, pero de 1807, las fuerzas británicas presentes en el Virreinato de la Plata abandonan el lugar tras ser derrotados, dos meses antes, en Buenos Aires, ciudad por entonces en poder de España.
Este enfrentamiento, conocido como la Batalla del Molino del Rey, se produjo durante el conflicto bélico que involucró a ambos países entre los años 1846 y 1848 por los deseos expansionistas de los EEUU. La contienda finalizó con una victoria pírrica de los estadounidenses puesto que, a pesar de que lograron tomar la posición, no encontraron uno de sus objetivos (un gran arsenal que supuestamente había en la zona) y, además, sufrieron importantes bajas.
Los bolivianos habían tomado el fortín unos meses antes de la batalla, en julio, y la República de Paraguay se propuso recuperarlo.
Los franceses se parapetaron en el castillo y, aunque la ciudad ya estaba en poder de Graham desde el 31 de agosto, no fue hasta el 5 de septiembre cuando ofreció su rendición.Mapa británico utilizado durante el asedio Fue al tomar la ciudad cuando las tropas victoriosas descubrieron la abundancia de provisiones (especialmente de bebidas alcohólicas) que había en ella.
El enfrentamiento finalizó con la rendición de los bolivianos el 15 de septiembre de 1933.Las tropas bolivianas estaban mandadas por el general Hans Kundt, militar alemán que llegó a Bolivia en el año 1908; en 1921 adoptó la nacionalidad boliviana y le ofrecieron el cargo de jefe de Estado Mayor del Ejército boliviano y ministro de Guerra.
En cualquier caso, la contienda se inició frente a la ciudad de Winchelsea.Unos veinticuatro barcos mandados por Carlos de la Cerda (conocido como Carlos de España) navegaban hacia el sur cargados con mercancías de Flandes cuando fueron interceptados por los navíos ingleses, que les doblaban en número.
Esta conquista fue la culminación de la batalla de San Quintín y del posterior sitio al que los españoles sometieron a la ciudad.