Así lo apunta la información facilitada por la Agencia de Defensa Europea (EDA) dando cuenta del compromiso suscrito esta semana por los 27 países miembro en el Consejo Directivo de la EDA. Las prioridades incluyen mejoras en la precisión basada en tierra, en la defensa aérea y antimisiles, en la guerra submarina, en la logística y en la configuración de ejércitos cohesivos y bien entrenados.
El primero traslada la idea de reparar el pasado mediante un mayor gasto militar, para lo que recomienda “que el aumento en el gasto en defensa se utilice para satisfacer las necesidades urgentes de defensa y cerrar las brechas de capacidad identificadas”, de acuerdo con la EDA. Una segunda clave conmina a los países socios a prepararse “hoy planificando para 2040”.
El CARD encuentra que los principales impedimentos para la cooperación se derivan de la complejidad de la legislación, los plazos apremiantes y la disponibilidad presupuestaria, así como la asignación y retención de los expertos adecuados, lo que dificulta el compromiso total con las iniciativas de defensa de la UE para muchos Estados miembros.