Cuando llegaron a Algeciras, las tropas de Muhámmed se instalaron alrededor de las murallas de la ciudad y colocaron sus bastidas en varios puntos estratégicos.
Destructor estuvo en activo para la Armada Española hasta el 1 de enero de 1908, cuando fue dado de baja.
El ejército aliado estaba compuesto por 35.000 españoles mandados por el general Gregorio Cuesta y 20.000 ingleses bajo el mando de Arthur Wellesley, posteriormente conocido como el duque de Wellington. Las tropas francesas estaban mandadas por el propio José Bonaparte, por el general J. Baptiste Jourdan y por el también general Claude Víctor; tenían en sus filas a 50.000 efectivos dispuestos a batirse contra los aliados.El día previo a la batalla ya se habían desarrollado unas pocas escaramuzas como aperitivo para lo que acontecería.
Mientras que el comandante general salía con sus hombres para proteger una de las posiciones críticas (la llamada Segunda Caseta), el contingente de Pintos vigilaban la zona del barranco del Lobo y el del Alfer.
La batalla está considerada como la primera con galeones de guerra y la primera que se libró en mar abierto. La batalla también se recuerda a día de hoy por ser una de las contiendas en las que participó el dramaturgo y poeta español Lope de Vega.
Los musulmanes mandados por el sultán Abu Yaqub Yusuf contaban con 84 navíos dispuestos a defender la posición.La información jugó un papel crucial en la contienda, y es que la flota castellana, pese a que era más numerosa, se encontraba en un pésimo estado.
El militar quería una victoria decisiva sobre sus enemigos y la impaciencia acabó jugando en su contra.
Los franceses se confiaron y sus contingentes se separaron repartiéndose por lo intrincado del terreno, lo que terminó en un despliegue caótico.Wellesley, tras observar las posiciones de los franceses, comunicó la situación a sus contingentes desplegados para planificar un ataque que fue como un efecto dominó.
Tal día como hoy, 21 de julio, pero de 1568, se libra la batalla de Jemmingen, en la que los españoles salieron victoriosos de su enfrentamiento con el ejército mercenario de Países Bajos.
La posibilidad de vencer a los franceses comenzó a verse como una posibilidad por el pueblo y la aceptación de José I volvió a descender, lo que derivó en diferentes disturbios, ataques y saqueos.
Tal día como hoy, 19 de julio, pero de 1808, el ejército napoleónico sufrió la primera derrota en campo abierto de su historia a manos de los españoles en la ciudad de Bailén (Jaén).
La victoria cristiana pasó a la historia como una de las batallas más importantes del momento.Debido a los pocos registros veraces de la batalla, el número de soldados que combatieron y dieron la vida en la provincia de Jaén durante esta contienda no es claro.
Esta diferencia numérica fue fundamental en el desarrollo de la batalla.La zona sur de Mendigorría estaba ocupada por los carlistas, donde se asentaron en su camino hacia Vitoria; los isabelinos acudieron para expulsarlos de la zona y Córdoba tomó la iniciativa de una batalla para la que ambos bandos estaban preparados.Los liberales lograron tomar el cerro de la Corona, una posición estratégica que les permitió atacar desde la altura.
Tal día como hoy, 14 de julio, pero de 1808, el Ejército francés derrotó al español en Medina de Rioseco (municipio que en la actualidad se encuentra en la provincia de Valladolid).
La batalla tuvo lugar en la localidad francesa de Gravelinas, en la costa del Mar del Norte, a unos 25 kilómetros de Dunkerque.El ejército francés, enviado por Enrique II de Francia, se preparaba para una gran ofensiva con el objetivo de retomar territorios en el norte del país frente a los ingleses que ocupaban la zona.
El humo, el fuego, los cañonazos y el oleaje sumieron a la tripulación del Real Carlos en una confusión que resultó fatal; al encontrarse con el San Hermenegildo, abrieron fuego sin percatarse de que se trataba de sus aliados.
Aunque ambos bandos se atribuyeron la victoria de la batalla, hoy en día se cree qu, para las tropas de Simón Bolívar y de Francisco de Paula Santander la contienda, a pesar de las bajas sufridas, supuso un impulso y aliento para futuras luchas.Bolívar preparaba una nueva ofensiva para eliminar el control español de Venezuela, en esta campaña, pensó que estratégicamente sería más fácil tomar Venezuela después de hacerse con Colombia.
Entre las numerosas batallas que se produjeron durante la guerra, destaca la sucedida el día 23 de julio, en la que se lamentaron trescientas bajas españolas y un numero desconocido de fallecidos bereberes.
La batalla se produjo en el marco de la Revolución Mexicana.El Ejército Revolucionario Mexicano, ubicado en el norte de la República, comandado por Venustiano Carranza, trataba de avanzar hacia la capital del país y, para ello, debían abrirse paso por las varias ciudades que se encontraban controladas por el gobierno del general Victoriano Huerta.
La batalla se inició con ventaja para los unitarios debido a que su caballería logró desplazar a las tropas federales; sin embargo, la infantería de estos, a balazos, lograron aguantar en la posición y avanzar poco a poco hacia las líneas unitarias.Durante una de las escaramuzas, los federales lograron atacar a las tropas del bando unitario llegadas desde Santiago del Estero.