El ejército aliado estaba compuesto por 35.000 españoles mandados por el general Gregorio Cuesta y 20.000 ingleses bajo el mando de Arthur Wellesley, posteriormente conocido como el duque de Wellington. Las tropas francesas estaban mandadas por el propio José Bonaparte, por el general J. Baptiste Jourdan y por el también general Claude Víctor; tenían en sus filas a 50.000 efectivos dispuestos a batirse contra los aliados.El día previo a la batalla ya se habían desarrollado unas pocas escaramuzas como aperitivo para lo que acontecería.
La posibilidad de vencer a los franceses comenzó a verse como una posibilidad por el pueblo y la aceptación de José I volvió a descender, lo que derivó en diferentes disturbios, ataques y saqueos.