El narcotráfico presiona presupuestos militares y de seguridad en Centroamérica
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El narcotráfico presiona presupuestos militares y de seguridad en Centroamérica

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(Infodefensa.com) Por Alberto López - El asedio del narcotráfico y el crimen organizado ha presionado los presupuestos militares y de seguridad pública en Centroamérica y a la misma asistencia estadounidense.

También se resalta la asistencia de otros países, incluidos los que forman la región completa de tráfico ilícito, México y Colombia. Se conoce de la cooperación militar, policial y judicial, de naciones como Israel, Taiwán, Rusia, China, Venezuela, entre otras.

Cifras del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI), con sede en Suecia y catalogado como el más certero centro mundial de monitoreo de presupuestos castrenses, mostraron que el gasto militar total de Centroamérica y el Caribe superó los 7.000 millones de dólares en 2011, un aumento de 2,7% frente a 2010.

"Hay una carrera armamentista en América Latina que incluye a Centroamérica. Es obvio y es terrible", dijo el costarricense Luis Alberto Cordero, de la Organización No Gubernamental (ONG) Fundación Arias para la Paz y el Progreso instituto promotor del desarme. "Hay un rearme centroamericano, pero eso no significa que estemos combatiendo bien al crimen organizado", aseguró Cordero en una entrevista con el periódico El Universal, a finales de enero pasado.

Por su parte, el fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría, descartó que se necesiten gastos millonarios de dólares para atacar al crimen organizado.

"Si enfrentamos de manera armada a las organizaciones criminales, lo que vamos a tener es una respuesta más potente que la que podemos nosotros tener, porque ellos tienen mucho más dinero, tienen más capacidad y van más rápido en sus capacidades. Aquí es una lucha de civilización, es una lucha de no permitir que se consolide en ninguno de los territorios de la región una organización criminal, como se ha consolidado en Colombia y como ha ocurrido en México", alegó.

Por su parte, el guatemalteco Sandino Asturias, coordinador de la ONG Centro de Estudios de Guatemala, declaró al rotativo mexicano que "la política de militarizar el combate al ‘narco' fracasó y debe revisarse. No hay que poner énfasis en lo militar. Los soldados se reponen y no se debilita la estructura criminal. No debemos seguir ese mal ejemplo".

Por su ubicación geográfica -cerca de países productores de cocaína, como Colombia, Perú y Bolivia, y de Estados Unidos, principal consumidor mundial de drogas- y por la fragilidad o corrupción de sus instituciones políticas, judiciales y de seguridad, Centroamérica sufre una crisis de inseguridad como base clave del narcotráfico, como ruta aérea, marítima y terrestre para el contrabando, así como del lavado de dinero, el almacenamiento de estupefacientes y otras actividades paralelas.

Frente al crecimiento de los gastos en seguridad y defensa nacional, la zona mantiene en distintos rangos de miseria a más de la mitad de sus más de 40 millones de habitantes.

La cooperación extrarregional policial y militar y las ventas armamentistas llegan a Centroamérica en forma de tropas y helicópteros de Estados Unidos, patrullajes de Francia, lanchas de Holanda e Italia, patrullas de China, vehículos blindados de Rusia, soldados, naves y aeronaves de Cuba y Venezuela o radares de España, dentro de un largo listado de proveedores y vendedores de pertrechos y la más variada colaboración foránea.

Estados Unidos, que mantiene desde 1983 en Honduras una base militar donde dirige sus operaciones en el istmo, entregó más de 247,7 millones de dólares en ayuda militar y policial a Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Costa Rica, de 2007 a 2012, según la Oficina de Washington sobre América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), una organización independiente del Gobierno estadounidense.

En una acción multinacional para interceptar drogas, el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, acantonado en Florida, lanzó en enero de 2012 la "Operación Martillo", con efectivos militares de Belice, Canadá, Colombia, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Holanda, Honduras, Nicaragua, Panamá y Gran Bretaña, así como estadounidenses. En agosto pasado, Corea del Sur comenzó a evaluar con Centroamérica su colaboración en seguridad regional.

Nicaragua autorizó a finales de noviembre anterior el ingreso de soldados, naves y aeronaves de Cuba, Rusia, Estados Unidos, Venezuela y Taiwán para maniobras militares humanitarias y de adiestramiento en distintas etapas en el primer semestre de este año.

Rusia -que desde 2009 aportó una ayuda militar superior a los 26,5 millones de dólares al gobierno de Nicaragua- suministró dos helicópteros MI-171 a ese país. En octubre de 2012, la ministra de Gobernación de Nicaragua, Ana Morales, anunció la compra a Rusia de armas, uniformes y "una cantidad no precisada" de vehículos militares blindados Tigr, para que la Policía nicaragüense los utilice en combatir al narcotráfico.

Guatemala, tradicional receptor de ayuda militar y policial de Israel y Taiwán, tramita desde 2009 ante Brasil la compra de seis aviones militares Súper Tucano, radares y otros equipos de manufactura brasileña para enfrentar el contrabando de drogas, para lo cual se aprobó el año pasado un préstamo para la compra de los mismos, más un lote de radares de la española Indra, por unos US$170 millones.

Además, cerca de 100 soldados de Estados Unidos permanece en Guatemala bajo el "Plan Maya-Jaguar", pacto bilateral suscrito en 1999.

Honduras, que en octubre pasado compró dos lanchas de guerra a Holanda con un préstamo de 62 millones de dólares, busca modernizar su capacidad aérea con la compra de helicópteros Bell 212, de Estados Unidos, y cuatro aeronaves Súper Tucano, de Brasil, en un pedido que gestiona desde junio de 2011 y que incluye radares, guardacostas y lanchas rápidas, entre otros equipos. La meta es combatir al narcotráfico en profundidades del Mar Caribe y otros sectores.

El Comando Sur estadounidense auxilió en 2012 a las Fuerzas Armadas de Honduras para abrir tres bases en ese país con plataformas de helicópteros en unidades militares hondureñas para interceptar drogas y que faciliten el respaldo aéreo en sitios aledaños a zonas de acelerada narcoactividad.

La Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo dispone de unos 600 militares estadounidenses para tareas restringidas en combate antidrogas, confirmó la embajada estadounidense en Tegucigalpa a El Universal. Dicha unidad militar estadounidense opera en Palmerola, en Comayagua, al norte de la capital hondureña.

Costa Rica, que en 1948 abolió su Ejército y depositó su seguridad en una Policía civil, obtuvo asistencia de México, Colombia, Gran Bretaña, Japón, España, Brasil y Canadá en capacitación y asistencia técnica policial.

Los canadienses también donaron equipos de radio comunicación y vehículos, mientras China entregó patrullas, repuestos, equipo médico especializado y construirá una nueva escuela policial, informó al mismo periódico mexicano la viceministra costarricense de Gobernación, Marcela Chacón.

Costa Rica compró a finales de 2012 dos helicópteros MD600N para su fuerza policial por más de siete millones de dólares, el primero de los cuales ya fue recibido y el segundo arribará a medio año.

México formó ingenieros de guardacostas y a la Policía canina de Costa Rica, e Italia adiestró contra la legitimación de capitales y en combate antimafia. La Unión Europea aportó equipo para la escuela y capacitación a oficiales superiores, agentes de migración y Policías Fiscal y de Fronteras. Chile e Israel también han cooperado con la Policía costarricense.

El principal apoyo a Costa Rica provino de Estados Unidos, con capacitación, entrega de lanchas, helicópteros, vehículos, sistemas de rastreo digital, equipos de comunicaciones y seguridad, personal, respaldo para construir estaciones navales y aéreas, aparte de colaboración técnica.

Panamá, que abolió también su Ejército en 1992, fue apoyado por Estados Unidos para construir 18 bases aeronavales (ya hay seis en operación), mientras que compró un helicóptero y dos aeronaves estadounidenses. Italia donó seis lanchas patrulleras. Pese a que carece de fuerzas armadas, policías panameños de fronteras recibieron adiestramiento militar de Colombia en 2012.

El Gobierno panameño también mantiene un millonario contrato con la italiana Fimmecanica para la compra de helicópteros, los primeros arribaron en enero,  y equipo de radar para sus bases aeronavales.

Como otro viejo receptor de asistencia militar de Estados Unidos, Israel y Taiwán, El Salvador también está captando ayuda externa y a finales de 2012 recibió tres helicópteros estadounidenses nuevos MD500E, valorados en nueve millones de dólares.

También, aeronaves estadounidenses, con radares especiales que sobrevuelan la región para detectar  lanchas y aeronaves de narcotraficantes, tienen su sede en el área militar del Aeropuerto Internacional El Salvador, desde 2005.

A finales de 2010, el Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, anunció la compra de hasta 10 aviones Súper Tucano a Brasil en unos 110 millones de dólares, pero luego desistió de la operación y alegó que destinaría los recursos para atender problemas internos en salud, educación y vivienda porque son "más apremiantes".

En frío, es un hecho que América Central mantiene en la actualidad una carrera armamentista como la iniciada a finales de la década de los 1950, pero motivada en esa época por la Guerra Fría que ensayaba con guerrillas en el territorio. Ahora, el escenario es diferente y nada garantiza que las viejas estrategias contrainsurgentes, tanto en planes como en armamento, den igual de resultado con las nuevas fuerzas irregulares que amenazan al istmo.



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