Honduras queda excluida de la JID y sin relaciones militares con EEUU y Argentina

06/07/2009 (Infodefensa.com) Washington - Las Fuerzas Armadas hondureñas se encuentran prácticamente aisladas del exterior después de que la OEA suspendiera a Tegucigalpa de la organización, lo que acarrea que sea excluida de la Junta Interamericana de Defensa (JID) y algunos países como Estados Unidos y Argentina anunciaran formalmente la ruptura de los contactos castrenses.

La suspensión dentro de la OEA fue adoptada por unanimidad de los 33 miembros de la organización el cuatro de julio y tiene efectos inmediatos lo que, en la práctica, implica el regreso de todos los representantes oficiales que Honduras pudiera tener en la estructura y organismos dependientes de la institución, tanto civiles como militares.

La JID es un organismo de consultas, intercambios de experiencias y formación de oficiales de los países miembros de la OEA y ha servido como punto de encuentro entre todas las FFAA del continente. En el caso de Honduras, desplegó a principios de la década una misión de desminado cerca de la frontera con Nicaragua.

La suspensión de pertenencia a la OEA no afecta, sin embargo, a la participación por el momento de soldados hondureños en misiones de paz de las Naciones Unidas. Actualmente, Tegucigalpa cuenta con dos 12 observadores desplegados dentro de la misión de MINURSO, la misión de la ONU para la Sahará Occidental.

EEUU y Argentina

Por otra pare, Estados Unidos y Argentina anunciaron públicamente la suspensión hasta nuevo aviso de la cooperación militar con el gobierno del presidente de facto Roberto Micheletti por su rechazo a permitir el regreso del presidente constitucional del país, Manuel Zelaya, algo que no parecerá ocurrirá a corto plazo.

En el caso del Pentágono, su portavoz, Bryan Whitman, afirmó que la cooperación con los Fuerzas Armadas hondureñas estará suspendida "mientras evaluamos la situación" creada en el país centroamericano tras la expulsión de Zelaya.

Actualmente están desplegados unos 800 militares norteamericanos en Honduras, con cuyas fuerzas armadas el Pentágono mantiene una estrecha relación. Por el momento, los soldados estadounidenses permanecen en el país.

En el caso de Argentina, el Ministerio de Defensa informó de que había tomado la misma decisión a raíz del golpe de estado. La resolución continuará "hasta tanto se reestablezca el orden constitucional" del país centroamericano, informó la cartera a cargo de Garré en un comunicado."Esta acción conlleva la reafirmación del cumplimiento del principio de la plena subordinación constitucional de las Fuerzas Armadas a la autoridad política legalmente constituida como condición sine qua non para consolidar definitivamente el estado de derecho en los países latinoamericanos", se indicó.

España mantiene silencio

España, como otros países europeos, mantiene por el momento un compás de espera en el tema militar a pesar de que, por ejemplo, propicio que la Unión Europea retirara todos sus representantes diplomáticos hasta que no sea repuesto Zelaya en el poder.

El Ministerio de Defensa español no ha hecho declaraciones públicas respecto a las relaciones de tipo militar con las FAS hondureñas a pesar de que en marzo pasado, la ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció que ambos países habían firmado un memorando de entendimiento para la incorporación de 54 efectivos hondureños en el contingente español desplegado en la misión de ONU en Líbano (UNIFIL).

El documento contemplaba que el contingente hondureño estaría integrado por una sección de infantería, además de un equipo sanitario, un equipo de zapadores/desminadores y oficiales de enlace. Según lo acordado entre ambos países, España se hacía responsable del apoyo logístico necesario para la adecuada preparación de las fuerzas hondureñas y del entrenamiento en suelo español.

Unos 10.000 efectivos militares

Las Fuerzas Armadas hondureñas están formadas por unos 10.000 hombres aunque cerca del 70% está encuadrado en el Ejército de Tierra, el más potente de los tres. Cuenta con cinco brigadas y un comando de operaciones especiales. Su equipamiento es muy modesto, incluso para los estándares centroamericanos.

La máxima autoridad militar es el jefe del Estado Mayor Conjunto, general de División Romeo Vásquez, cuya destitución por Zelaya desencadenó el golpe cívico-militar. Los jefes del Ejército de Tierra y de las fuerzas Aérea y Naval son el general de Brigada Miguel García Padgett, el coronel Luís Prince y capitán de navío Juan Pablo Rodríguez, respectivamente. Prince sustituyó en la Fuerza Aérea Hondureña al de igual grado Venancio Cervantes, y Rodríguez reemplazó en la Fuerza Naval al también capitán de navío José Eduardo Espinal. Cervantes pasó a ser el nuevo subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y Espinal fue designado como nuevo representante de Honduras en la Junta Interamericana de Defensa.

El presupuesto de Defensa para este año es de 93 millones de dólares, un 3,29% del nacional y un 0,85% del PIB de Honduras. En los últimos años (2005-07), bajo el programa FMF (Foreing Military Financing) de EEUU, recibió 3,27 millones de euros, además de una donación de distinto equipo en 2008 por valor de 3,5 millones para el equipamiento de unidades que pudieran ser desplegadas en operaciones de paz.

El año pasado, el ministerio de Defensa solicitó al Gobierno un fondo auxiliar de 430 millones de dólares la renovación y modernización de equipo, incluyendo la renovación de los cazas F-5E y la adquisición de radares SP-70, entre otras cosas. Otros proveedores de material de Defensa en los últimos años han sido Taiwán e India.