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Munición, morteros y un proyecto de lanzacohetes, así es el negocio de Expal que compra Rheinmetall
La adquisición de Expal por parte de Rheinmetall es sin duda uno de los grandes movimientos de los últimos años en la industria de defensa española. La operación, que ha pillado por sorpresa a buena parte del sector, está valorada en 1.200 millones de euros. El grupo Maxam venderá al gigante alemán una compañía con alto componente tecnológico especializada en la fabricación de un amplio abanico de munición, por tierra, mar y aire, podría decirse, y que, además, produce morteros y componentes para misiles. Esta última es una de las áreas en la que aspira a incrementar su presencia con las nuevas inversiones previstas por el Ministerio de Defensa.
Las soluciones de Expal están en servicio en más de 60 países de todo el mundo. La empresa española cuenta con una cartera de municiones de alto rendimiento basadas en los estándares de calidad de la OTAN; desde proyectiles para artillería de campaña y naval, hasta munición de calibres medios o espoletas, pasando por granadas de mortero, cargas propulsoras o pertrechos de demolición.
La compañía, una de las grandes de Europa si hablamos de munición, además cubre todo su ciclo de vida desde el diseño hasta la desmilitarización de componentes. Dentro precisamente de la OTAN, la empresa española suministra munición a una veintena de países aliados. En el caso, por ejemplo, de la munición de cañón de calibre medio abarca una amplia gama de modelos de combate y entrenamiento: prácticas (TP, por las siglas en inglés), prácticas trazadoras (TP-T), alto explosivo (HE) o alto explosivo incendiaria (HEI).
Además produce una familia de munición de 105 y 155 mm de altas prestaciones y alcance extendido, compuesta por proyectiles de negación de área y efectos no letales para iluminación y ocultación. Los proyectiles están equipados con espoletas electrónicas con diferentes modos de funcionamiento.
Por otra parte, sus proyectiles navales incorporan un modo de proximidad que permite formar espoletas multifunción que pueden emplearse en cañones con programación tanto inductiva como conductiva. Mientras, en armamento aéreo, la empresa ha desarrollado un cohete aire-tierra de alto rendimiento CAT-70P de 70 mm, compatible con los kits de guiado y lanzadores estándar de 70 mm.
La compañía tiene seis plantas de producción en España en Trubia (Asturias), Burgos, Navalmoral de la Mata y El Gordo (Cáceres), Albacete y Murcia. También cuenta con instalaciones en Estados Unidos, en Texas, dedicadas, sobre todo, al negocio de la desmilitarización de munición.
Proyectos y contratos en España
En España, Expal es uno de los principales suministradores de munición de las Fuerzas Armadas. El contrato más importante en vigor, firmado hace cuatro años con un presupuesto de 48 millones, contempla el suministro de munición de 155 mm de alcance extendido (Extended Range) para los obuses de 155 mm SIAC y M109A5 de las unidades de artillería del Ejército de Tierra.
Los proyectiles, dotados de unidad base bleed, propulsión por carga modular y espoleta electrónica EC-102, suponen un importante avance en prestaciones con respecto a los convencionales, al aumentar la seguridad y la eficacia de las operaciones, y ampliar los alcances hasta los 40 kilómetros.
A lo largo de este año, el Ejército también ha comprado a Expal granadas de mortero de 81 mm y de 120 mm. Mientras que la Armada ha encargado recientemente munición para sus obuses y para los cañones de las fragatas F-100. La inversión en nuevas tecnologías en los últimos años también han llevado a la compañía al lanzamiento de nuevos desarrollos como el sistema de mortero embarcado Dual Eimos en servicio ya en la Infantería de Marina.
El Dual Eimos es un mortero de 81 mm que ha sido desarrollado a través de un programa de I+D con el Ministerio de Defensa español, siguiendo los requerimientos de la Infantería de Marina y del Ejército de Tierra. Destaca por haber sido diseñado para realizar la táctica shoot & scoot, es decir, disparar e inmediatamente moverse de posición, proporcionando movilidad, apuntado y capacidad de disparo automáticamente en 360º sin necesidad de estabilizadores adicionales. Además, este sistema aporta capacidad para superar pendientes pronunciadas y, como característica única, movilidad por aguas profundas. Es decir, Dual Eimos se puede emplear en operaciones terrestres de alta movilidad y también en desembarco naval.
Expal además trabaja con la DGAM en proyectos de I+D como la espoleta naval multifunción conocida como MOFA para munición de 127 mm, con la vista puesta en las futuras fragatas F-110 de la Armada. La espoleta está en la actualidad en la fase final de desarrollo. La DGAM también ha apoyado el diseño del citado cohete calibre de 70 mm (CAT-70) de altas prestaciones, en concreto, del motor, con el objetivo de integrar esta arma en lanzaderas de plataformas aéreas como el helicóptero de ataque Tigre.
Lanzacohetes, misiles y acuerdos comerciales
En los próximos años, la compañía aspira a jugar un papel destacado en varios proyectos que el Ministerio de Defensa tiene previsto poner en marcha gracias al aumento del presupuesto. Sobre todo, en tres de los nuevos programas: el lanzacohetes de alta movilidad, el mortero embarcado y la adquisición de un lote de misiles contracarro Spike LR2. Todos comenzarán a recibir financiación a partir del próximo año, según el presupuesto del ministerio.
En el primero, Expal junto con Escribano ha presentado una propuesta de lanzacohetes nacional basado en el sistema israelí PULS. En el segundo, la compañía aspira a extender el Dual Eimos al Ejército de Tierra y al Ejército del Aire y del Espacio. Y, en el tercero, Expal forma parte del plan industrial confeccionado para producir en España el misil de quinta generación de la israelí Rafael.
La venta a Rheinmetall se produce en un momento de clara expansión con acuerdos recientes para incrementar las relaciones comerciales con empresas francesas como Eurenco o Rafaut y colaboraciones con otras compañías para producir munición en países como Australia o Arabia Saudí. De acuerdo con Rheinmetall, Expal cerrará el ejercicio fiscal 2022/2023 con una facturación aproximada de 400 millones de euros y la capacidad de la empresa ofrece la posibilidad de llegar a ventas anuales de 700 a 800 millones.
El de la munición es además un mercado con unas perspectivas más que positivas para los próximos años. La gran mayoría de los stocks de los países aliados, incluida España, está quedando bajo mínimos con las donaciones de armamento a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa. A esto hay que sumar que en los últimos años no se han hecho grandes adquisiciones de munición. Ahora toca reponer de forma progresiva las reservas estratégicas. El propio Jemad señaló recientemente que el ministerio está haciendo una “inversión importantísima en munición para levantar los stocks”. La previsión, por tanto, es que los pedidos aumenten.
En esta misma línea, la ministra de Defensa, Margarita Robles, apuntó hace unas semanas que las empresas deben reponer cuanto antes el material que está enviándose a Ucrania.
