Polonia eleva su pedido de tanques Abrams casi un 50%, hasta las 366 unidades

La flota de carros de combate de origen estadounidense Abrams con la que contará Polonia será casi un 50% mayor de lo comprometido hasta ahora. El Ministro de Defensa polaco, Mariusz Błaszczak, firmó el miércoles un nuevo pedido de 116 carros de este modelo de la versión M1A1 dentro de un paquete de adquisiciones que incluye además una docena de vehículos de recuperación M88A2 Hercules; ocho vehículos lanzapuentes M1074, basados también en el carro M1A1; media docena de vehículos de mando M577 y 26 vehículos de mantenimiento SECM Humvee.

El paquete completo suma un coste estimado en 1.400 millones de dólares y se añade al lote de 250 carros de combate Abrams, de la más avanzada versión M1A2 SEP v3, que el pasado verano encargó el país a General Dynamics Land Systems por un coste anunciado entonces de 1.148 millones de dólares. El coste de este tipo de acuerdos fluctúa en ocasiones dependiendo de qué se incluye en cada cifra. De ahí, por ejemplo, que el precio del nuevo paquete sea muy inferior a los 3.750 millones que reveló hace un mes el Departamento Estado de Estados Unidos para esta compra, y que incluía sistemas y demás elementos que elevaban la cantidad a esa cifra.

El calendario previsto de entrega de los 116 carros encargados ahora comienza a finales de este año y se alargará hasta 2024, mientras que los 250 M1A2 serán entregados previsiblemente entre los años 2025 y 2026.

Błaszczak ha precisado que la pretensión polaca de recibir los carros de combate lo antes posible les llevó a dividir el proceso en dos partes. Ahora, ha añadido, “estamos negociando un segundo acuerdo que acompaña a este acuerdo, que se refiere a la adquisición de municiones por parte del ejército polaco en grandes cantidades”.

Acuerdo para otros 500 carros con Corea

Varsovia lleva tiempo tratando de renovar su flota de carros de combate, heredada en buena parte de la época soviética. En su inventario se incluyen viejos tanques T-72 junto a PT-91 Wardy y Leopard 2A4 de origen alemán, que en la actualidad está modernizando a la variante 2A7, también conocida como 2PL. En cuanto a los T-72M, en los últimos meses Polonia ha suministrado más de 230 unidades de este modelo a Ucrania, para que pueda hacer frente a la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero.

La compra de Abrams tiene la ventaja de cumplir con el requisito de poder operar con ellos con urgencia, que el ministerio ha señalado de especial importancia. Los planes contemplan la ubicación de la nueva flota como primera línea de defensa en la frontera este del país.

En paralelo a estas compras de carros estadounidenses, la industria polaca suscribió a mediados del año pasado un acuerdo con la de Corea del Sur para el desarrollo conjunto de carros de combate y blindados de transporte de personal. Se estima que, en virtud de esta alianza, Polonia pretende obtener entre 500 y 500 carros de combate derivados del modelo K2, en una nueva versión denominada K2PL, más una cantidad similar de vehículos de combate de infantería (IFV).

El “mayor ejército de tierra de Europa”

“Las necesidades del Ejército polaco son importantes, queremos sustituir los tanques postsoviéticos por tanques modernos en poco tiempo”, apuntó Błaszczak al conocerse el acuerdo con Corea del Sur, y antes de aclarar que “la interoperabilidad entre los Abrams y los carros de combate K2 coreanos es esencial”.

Polonia reveló hace unos meses que su objetivo es tener el “mayor ejército de tierra de toda Europa”, tras realizar la mayor inversión en la historia del país.