El Escuadrón de Entrenamiento de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón, conformado por el destructor JS Hatakaze y el buque escuela JS Kashima, se encuentran amarrados en el Apostadero Naval Buenos Aires, uno de los destinos del Crucero de Formación en Ultramar 2023.
La flotilla japonesa fue recibida por el patrullero oceánico ARA Contraalmirante Cordero, buque dependiente de la División Patrullado Marítimo, un helicóptero Sea King perteneciente a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, y un Beechcraft B-200 de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima.
Autoridades argentinas reciben a los buques nipones. Foto: Gonzalo Mary
En esta ocasión el escuadrón, que cuenta con una tripulación de 560 personas, incluidos unos 160 guardiamarinas, está dirigido por el Contralmirante Yasushige Konno, mientras que el JS Hatakaze y el JS Kashima, se encuentran comandados por el Capitán de Fragata, Hiroyuki Ikezaki, y la Capitán de Navío, Miho Otani, respectivamente.
Es esta 67° edición de este viaje de instrucción con 149 días de travesía, en los que recorrerán aproximadamente 52.400 kilómetros, visitarán Dutch Harbor, Estados Unidos; Victoria, Canadá; Manzanillo, México; Callao, Perú; Valparaíso, Chile; Buenos Aires, Argentina; Rio de Janeiro y Recife, Brasil; Cartagena, Colombia; para finalizar su recorrido en los puertos de San Diego y Pearl Harbor, Estados Unidos.
Ceremonia sobre el buque. Foto: Gonzalo Mary
Es la undécima vez que visita el puerto de Buenos Aires, siendo la última hace ocho años. A su vez, es la primera vez que llegan a Argentina cruzando el Estrecho de Magallanes, “uno de los puntos de mayor dificultad de navegación de este viaje de instrucción, desde el Pacífico y en temporada invernal, siendo una experiencia sumamente enriquecedora para todo el escuadrón”.
El propósito de los viajes de instrucción es que los oficiales adquieran los conocimientos básicos y habilidades necesarias para su servicio en el escuadrón. La travesía y los entrenamientos les brindarán la oportunidad de dominar los principios esenciales de comando y liderazgo, al mismo tiempo que fomentarán una perspectiva internacional mediante la colaboración en entrenamientos conjuntos con otras naciones.
Kashima. Foto: Gonzalo Mary
Barcos argentinos a Japón
Un hito en la relación entre ambos países fue la venta de dos buques de la Argentina al país asiático. Se trató de los cruceros acorazados, clase Giuseppe Garibaldi, Nisshin (ex Bernardino Rivadavia) y Kasuga (ex Mariano Moreno).
Los navíos habían sido encargados por la Argentina a los Astilleros Ansaldo, en Génova, pero con la firma de los Pactos de Mayo con Chile en 1902, en los que ambos países se comprometieron a no adquirir naves de guerra, incluyendo las que ya estaban en construcción, la Argentina se vio obligada a deshacerse de los cruceros Moreno y Rivadavia
Los buques fueron entregados a Japón el 7 de febrero de 1904 en Génova, para ser asignados a reforzar los acorazados de la 1ª División de la 1ª Flota, y fueron cruciales para la victoria nipona en la batalla de Port Arthur contra el Imperio Ruso.
El Kasuga fue desguazado en 1948. Tres años antes fue el objetivo de un ataque aéreo de la TF-38 de la Marina de los Estados Unidos. Por su parte el Nisshin fue hundido como buque blanco durante unos ejercicios. Luego de ser reflotado, fue utilizado como blanco para el acorazado Yamato.
Bandera del sol naciente. Foto: Gonzalo Mary
Agenda cultural
El embajador de Japón en la Argentina, Yamauchi Hiroshi, encabezó las actividades culturales que se realizaron en el Jardín Japones. Durante el día domingo se pudo disfrutar de demostraciones de judo y kendo, y el show Taiko, (tambores japoneses) del grupo Shozui Daiko y un concierto de la banda sinfónica de la Escuadrón de Entrenamiento de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón. Por la tarde ambos buques abrieron sus puertas para ser visitados.
Kendo en el Jardín Japones Foto: Gonzalo Mary