El plan francés para alcanzar los 64.000 millones de euros de presupuesto de Defensa en dos años, lo que equivaldrá a haber doblado su gasto militar en una década, está en línea con lo que están haciendo a corto plazo otros vecinos de España, también socios de la OTAN, como Portugal y Alemania. Las Fuerzas Armadas lusas van a recibir 1.300 millones de euros extra de aquí a final de año, dentro del “ambicioso objetivo” de dedicar el 2% de su PIB a estas partidas. Y las alemanas van a ver incrementar estas partidas en 10.000 millones de euros este 2025, para alcanzar los 62.500 millones de euros en total (2,4% de su PIB).
Berlín es, con diferencia, el país de estos tres que más esfuerzos ha programado hacer en su compromiso de aumento de los gastos en Defensa acordado por la OTAN en la reciente cumbre de La Haya. De hecho, sus planes contemplan dedicar en 2029 el 3,5% de su PIB a gasto militar.
En concreto, dentro de cuatro años Berlín prevé destinar 153.000 millones de euros (el 3,5% de su PIB), lo que equivale casi a triplicar su presupuesto de defensa en apenas cinco años (de 2024 a 2029). Se trata de un ritmo notablemente mayor que el comprometido por Francia, que en 2027 ha anunciado que destinará los citados 67.000 millones de euros a gasto militar, lo que en su caso supone haber doblado en diez años la partida que destinó en 2017 (32.000 millones), cuando Emmanuel Macron llegó a la presidencia. Su objetivo anterior contemplaba duplicar ese presupuesto para 2030. El nuevo plan de Macron lo adelanta a 2027.
Francia es, al igual que Alemania, uno de los 22 miembros de la OTAN que en 2024 alcanzaron el 2% del PIB en defensa acordado por la Alianza diez años antes, de modo que los incrementos previstos ahora les lleva por la senda del 5% acordada ahora con la organización con 2035 como fecha tope.
Lisboa y Madrid, el 2% este año
Por el contrario Portugal, como España, se encontraba al cierre del último ejercicio lejos de cumplir. En concreto, Lisboa se quedó en el 1,46% (España en el 1,24%). Ambos países coinciden en sendos anuncios para llegar al fin a ese 2% este mismo año. Madrid ya anunció hace tres meses que inyectará 10.7471 millones de euros de forma inmediata para lograrlo. Ahora, el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha afirmado que va a dedicar 1.300 millones de euros extra hasta final de año con el mismo propóstito.
No se trata únicamente de alcanzar la cifra este ejercicio, ha precisado Montenegro, “es para conseguirlo en 2025 y para mantenerlo e incluso aumentarlo en los próximos años”. Al igual que el Gobierno español, el portugués ha afirmado que el incremento en defensa no tendrá impacto en los gastos sociales.
Plan radical de recortes
En contraste, Francia acaba de presentar un plan radical de recortes de 44.000 millones de euros en cuatro años que afecta a las pensiones y al gasto social, entre otras partidas, al tiempo que aumenta el gasto militar del país. En concreto, sus planes pasan por un aumento de 3.500 millones de euros extra en gasto militar para 2026 al que se le sumarán otros 3.000 millones en 2027.
Alemania, por su parte, financiará buena parte de los incrementos en defensa previstos a través de deuda pública, que se incrementará este año por ese motivo en más de 80.000 millones de euros y lo hará en 2029 en más de 125.000 millones.
La propuesta de Roma
Un cuarto vecino europeo de gran peso, Italia, que en 2024 tampoco llegaba al 2% de su PIB en Defensa (en total sumó el 1,5%), ha propuesto una ocurrente fórmula para avanzar en estos compromisos en un momento en el que su economía no le deja grandes márgenes. Roma ha llegado a proponer que el puente que tiene programado para el estrecho de Messina (unirá la península italiana con Sicilia), con un coste estimado de 13.000 millones de euros, sea cofinanciado con fondos europeos y cuente como gasto militar, dado su interés como infraestructura estratégica. Así lo propuso por escrito el mes pasado a la Comisión Europea.
En todo caso, el plan de la OTAN para alcanzar el 5% en 2035, diseñado por su secretario general, Mark Rutte, contempla únicamente el 3,5% como gasto militar puro. El 1,5% restante incluye la posibilidad de incluir infraestructuras estratégicas, como el puente italiano, por su papel indirecto en la defensa. La imprecisión de esta vía es la que ha llevado a Italia a tratar de aprovechar la construcción prevista del gigantesco puente (más de 3,6 kilómetros de largo y más de 60 de ancho) para que el aumento de sus gastos de defensa no le resulte tan oneroso como a sus vecinos.