Más allá del "hacer más con menos"
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
La Ventana >

Más allá del "hacer más con menos"

|

Hacer más con menos. Una frase que, a base de repetirse desde ciertas instancias políticas, algunos llegaron a creer que era el paradigma para afrontar una larga crisis cuya recuperación todavía será lenta y prolongada, al menos en el ámbito de la defensa. No esconde, sin embargo, una cierta realidad que afecta tanto a las organizaciones militares como a la industria del sector.

La tradicional austeridad militar tradicionalmente se imponía de forma cíclica en periodos de “calma” tras la finalización de los conflictos. El paradigma de esta situación puede fijarse en los llamados “dividendos de la paz” tras el colapso de la ideología soviética. Por no remontarnos a los “felices años 20” tras el fin de la Primera Guerra Mundial. En las circunstancias actuales se produce una diferencia importante, puesto que la austeridad ha venido impuesta por imperativos de política económica, justamente cuando las amenazas a la seguridad mundial se multiplican. Esta nueva situación de más amenazas y menos recursos afecta de forma global tanto a la demanda (Fuerzas Armadas) como a la oferta (industria).

En el ámbito industrial, la caída de las posibilidades financieras para atender las demandas domésticas, especialmente en los países de la Europa occidental, ha producido un mayor esfuerzo en el mercado de la exportación. Un mercado en el que, sin embargo, no todos pueden jugar, o al menos no lo hacen, con las mismas posibilidades. Algunas consultoras estiman que, a nivel mundial, el 85% de las inversiones en defensa la realizan 18 países y que ese porcentaje se reparte entre solo 37 empresas del top 100 mundial. Entre los países inversores no se cuenta a países como China o Rusia, que presentan características ciertamente peculiares. Con esto, el porcentaje de la cifra de negocio disponible en el mercado de la exportación queda limitado a una pequeña porción de la tarta.

El esfuerzo en exportación, que sin duda es necesario, debe entonces compaginarse con una mejora de las posibilidades en el ámbito doméstico, donde se abran opciones para mayor número de empresas, y no exclusivamente las más grandes. Ello requiere ciertas acciones desde el punto de vista de los gobiernos, o desde el lado de la demanda, si se prefiere.

En primer lugar, debe plantearse lo que realmente las Fuerzas Armadas o los países europeos, al menos algunos, pueden permitirse. Lo que los anglosajones denominan “affordability”. En suma, compaginar lo que realmente se necesita con lo que se puede pagar, aunque implique renuncias a determinados anhelos o ambiciones. Las experiencias de requisitos desorbitados, tanto en características como en número de unidades o plazos, deben producir una reflexión en ese sentido, máxime cuando se exige, al mismo tiempo, dar respuesta a necesidades operativas urgentes.

En segundo lugar, hay que actuar sobre la racionalización del mercado, de la oferta y también de la demanda. A nivel europeo las iniciativas que se plantean en ambos ámbitos requerirán tiempo para producir efectos. A nivel interno español, todavía existe cierta rivalidad en algunos sectores industriales, que aunque a veces favorece la competencia, en otras ocasiones actúa como barrera para satisfacer la demanda. Ésta igualmente presenta algunas características de diferenciación entre servicios, que en ocasiones resulta artificial y responde a posturas más acordes con circunstancias del pasado. Utilizando otro término anglosajón, el “parochialism” no es precisamente un aspecto que concuerde con la situación real del mundo en que vivimos.

La excesiva fragmentación normativa y la rigidez de los procedimientos burocráticos puede mencionarse como un tercer factor. Se ha venido insistiendo, con carácter general en Europa, en la necesidad de establecer una mayor flexibilidad y capacidad de gestión de los fondos destinados a defensa. La realidad es que, aunque se ha producido en los últimos años un mayor acercamiento entre las empresas de defensa y sus clientes, para una buena parte de las primeras, especialmente PYMEs, la burocracia todavía representa una carga excesivamente pesada, donde se encuentran dificultades para acceder a los canales adecuados que permitan explotar las posibilidades de los industriales de tamaño intermedio. Las dificultades de acceso al mercado de defensa por parte de nuevos emprendedores son aún mayores y a menudo se pierden en una maraña de organismos y procedimientos.

La dualidad es un cuarto factor que afecta tanto al ámbito tecnológico como al industrial, y donde, desde el punto de vista de la demanda, también pueden plantearse estrategias realmente transversales para plantear claramente ese carácter de “dualidad”. Las políticas parciales pueden haber pasado a la historia y se requieren aproximaciones más globales. El ejemplo más recurrente es el del ámbito de la logística, donde el mundo civil presenta oportunidades muy aprovechables. Pero la mayor integración con necesidades civiles puede extenderse igualmente a otros sectores, como el espacial, por citar tan solo un ejemplo donde confluyen intereses estratégicos de carácter general con impacto cierto sobre la vida diaria de los ciudadanos y no solo sobre su seguridad.

Aunque en muchos países se ha optado por establecer escenarios presupuestarios de varios años, en el caso español, la imprevisibilidad presupuestaria es un quinto factor digno de mención. Un factor que no es absoluto, puesto que se puede predecir, pero que incluye demasiadas incógnitas y variables sujetas a vaivenes de oportunidad que sin duda afectan a la evolución del mercado interior.

Seguramente a los cinco factores que hemos citado pueden añadirse algunos más que complican la actuación de los responsables de la Defensa europea y española, tanto desde el ámbito oficial como del de la industria, y sobre los que parece oportuno actuar con mayor decisión. Las grandes empresas deberían hacer también su propia reflexión. Si queremos hacer frente a mayores focos de inestabilidad con recursos limitados, no basta con “hacer más con menos” sin que realmente se produzcan cambios profundos que varíen las condiciones del mercado de defensa.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto