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Diario de un ministro. De la tragedia del 11-M al desafío independentista catalán, (José Bono, Ed. Planeta, 2015)

ISBN: ISBN: 978-84-08-13820-4
Año de publicación: 2015-03-17 00:00:00
Introducción del libro:

Cuando José Bono defendió a los militares antifranquistas de la Unión Militar Democrática, en 1975, no imaginaba que treinta años más tarde ocuparía la cartera de Defensa en un Gobierno socialista. De eso va este libro, del bienio que se inicia tras los atroces atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, sobre los el autor nos revela lo que opinaban, en las primeras horas, Felipe González: “Ha sido ETA” y el periodista Pedro J. Ramírez: “Me inclino por Al Qaeda”. 

Se estrena como titular de Defensa con la orden de retirada de las tropas españolas de Irak, mal recibida por el jefe del Ejército y que provoca un duro enfrentamiento con Bush y Donald Rumsfeld. “No entiendo a los españoles”, le dijo el entonces secretario de Defensa de Estados Unidos. En esa etapa hizo frente a la investigación de una tragedia heredada, la del Yakovlev 42.

Con un estilo directo y claro. Así se dirige el ex ministro de Defensa, José Bono, a la población, alzando su voz acerca de sus propias experiencias vividas en los dos años que ocupó la cartera de este Ministerio. Sin duda, una de las anécdotas que más afectó al ex ministro fue la ocurrida el 26 de mayo de 2006, el accidente del Yakovlev 42, en el que murieron 62 soldados cuando regresaban de Afganistán: suceso con el que se inicia la obra. “Recibo el informe del Instituto Anatómico Forense sobre las identificaciones del Yak-42. Se confirma por escrito lo que ya sabíamos; las 30 identificaciones de cadáver realizadas por los forenses españoles son falsas. ¡Qué desastre! No siquiera el azar ha estado de parte de estos negligentes”.

Sin reservas y sin fabulaciones. Así se desvelan los aspectos claves de la historia de España actual, como las declaraciones de un magrebí a la policía vasca en las que anunciaba, dos meses antes, el trágico atentado del que en este 2015 se cumplen 11 años. Y aquí da comienzo la función tras ser el primer ministro confirmado en la primera legislatura, del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. “Bien temprano por la mañana: `¿Cómo está el ministro de Defensa? Carácter afable y campechana inteligencia sin virtudes evidentes del Monarca”. Además. El mismo Bono fue testigo de cómo Berlusconi rehusó ir a Irak o cómo Zapatero le decía que Bush le había rechazado al no querer ponerse al teléfono. Otro tema candente durante su época de ministro fue el Estatuto de Cataluña y las negociaciones con la banda terrorista ETA. “Zapatero me habla de manera directa; ´Desde que estáis en el Gobierno, ha crecido el afecto que te tengo, pero ahora es necesario que apoyes la posición del Gobierno en el Estatuto de Cataluña. Tienes un caudal de credibilidad sobre las materias relaciones con la unidad de España y es hora de aprovecharlas´. Pero como es costumbre, en política no todo es un camino de rosas y en temas de nacionalismo menos.

La obra refleja la famosa frase de Artur Mas le espetó al que era presidente del Gobierno en su momento, “Yo voy quitando lo de nación y tú vete poniendo más dinero”. Pero, como todo en esta vida, a todo el mundo le llega su final, en este caso político El turno le llegó a Bono cuando decidió dimitir, un Viernes de Dolores de 2006.

Aunque filtrado nada, “lo que supone algo insólito en política. El no filtrar mis decisiones ha sido una norma casi obsesiva en mi manera de trabajar y de hacer política”, concluye el exministro.

José Bono desvela en esta obra –todo un manual para el ejercicio del poder- aspectos claves de nuestra historia reciente, como las declaraciones de un magrebí a la policía vasca anunciando, dos meses antes, el atentado en Atocha, o la advertencia de los servicios secretos a Aznar del incremento del riesgo terrorista para España por meternos en la guerra de Irak. Bono da cuenta de la convicción en la cúpula socialista de que Maragall iba a “buscarnos la ruina” con el nuevo Estatuto catalán, documenta que Carod-Rovira se reunió en secreto con ETA a espaldas incluso de su partido, y nos sorprende con un deseo confesado muy en privado por el Rey Juan Carlos: “Ojalá pueda acabar como empecé”. Especial relevancia tiene el relato de lo ocurrido en los cuarteles tras la declaración de un teniente general que en 2005 amenazó: “Si el Rey no actúa en el Estatuto de Cataluña tendrá que tomar las maletas e irse de España”. Bono le arrestó.

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