Defensa concentrará sus recursos en los 10.000 efectivos de la Fuerza Conjunta

(Infodefensa.com) Madrid – El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) ha puesto en marcha un plan destinado a garantizar la operatividad del núcleo de las Fuerzas Armadas, la llamada Fuerza Conjunta, compuesta por unos 10.000 efectivos, a la que se primará en la asignación de recursos escasos, informó el diario El País. El periódico, que no cita fuentes, dice que se trata de evitar que los ejércitos se conviertan en una “estructura hueca”, inservible cuando se la necesite, según el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez. En palabras del ministro de Defensa, Pedro Morenés, “más vale tener un 10% al 100% que un 100% al 10%”. El plan de Defensa pasa por concentrar los recursos en una fuerza de “alta calidad, versatilidad, eficacia, resilencia y carácter expedicionario”, según el almirante García Sánchez. Se trata de disponer de un núcleo “capaz de resolver los problemas” y dar una respuesta “rápida y efectiva” cuando el Gobierno lo demande. El problema es que los persistentes recortes presupuestarios de los últimos años “han tocado hueso”, según un mando militar citado por el diario que no lo identifica. Ya no se trata de una escasez coyuntural, que pueda sortearse tirando de reservas o aplazando lo menos urgente pues las restricciones seguirán a medio plazo. Fuerza de Acción Conjunta La Fuerza de Acción Conjunta deberá estar preparada para intervenir en un máximo de un mes tras recibir la activación. Aunque algunas de sus unidades, las de reacción rápida, dispondrán de un plazo de despliegue inferior: en cinco, 15 o 20 días. La Fuerza Conjunta contará en total con unos 10.000 militares, es decir, en torno al 8% de los 123.000 que hay ahora o el 9% de los 110.000 que el propio Morenés ha fijado como suelo para el futuro. De la Fuerza Conjunta formarán parte aviones de caza y transporte, fragatas o unidades blindadas y de operaciones especiales, pero no serán siempre las mismas; cuando un buque esté en dique seco por avería o mantenimiento lo sustituirá otro de las mismas características. Tampoco se trata de que toda la fuerza se movilice a la vez: compondrán un cesto del que se seleccionarán unos u otros elementos en función de la misión de que se trate: de la evacuación de residentes en un país en conflicto a la interposición entre dos bandos enfrentados. Sin desatender la defensa del territorio. Desde 2008, el presupuesto de Defensa se ha reducido un 32%, pasando de 8.494 millones a 5.745 en 2014. Morenés consiguió dos créditos extraordinarios de 1.782 y 877 millones en 2012 y 2013, pero solo sirvieron para saldar deudas con las industrias militares, no para aliviar el día a día de los cuarteles. Menos fondos para misiones en el exterior Hasta ahora, la falta de recursos se ha suplido de alguna manera con los fondos destinados a las misiones en el exterior, que se financian al margen del presupuesto ordinario con una partida ampliable que en 2013 ha rozado los 800 millones. Las unidades que participaban en las mismas recibieran un intenso entrenamiento, completasen sus plantillas y cubrieran sus carencias en equipos y pertrechos. Los blindados antiminas RG-31 o Lince se han comprado con ese dinero extra. Pero las grandes misiones internacionales se acaban. Sin embargo, el contingente en Afganistán se ha reducido en un 73% (de 1.400 a 375 soldados) en un año y el de Líbano en un 48% (de 1.100 a 578) en dos. Seguirán en ambos países las tropas españolas, pero ya no serán grandes unidades, como la Legión o la Brigada Acorazada, las que se turnen cada dos o tres años. Es cierto que el coste total de las misiones internacionales se ha mantenido en 2013, e incluso ha aumentado en 24,4 millones, pero ello se ha debido a la necesidad de financiar el monumental repliegue de Afganistán. En 2014 esta partida (la 228) deberá reducirse drásticamente.