Desde los primeros días de navegación, los buques participantes centraron sus esfuerzos en establecer redes seguras de comunicaciones y sistemas de mando y control conjuntos, condición imprescindible para garantizar una operación plenamente coordinada entre las distintas armadas. La fragata española ha navegado desde entonces por el Atlántico oriental y el Mediterráneo como parte del despliegue Highmast, en el que ya opera de forma conjunta con medios aéreos aliados, incluidos los cazas F-35B y helicópteros embarcados en el Prince of Wales.El buque de guerra español, el cuarto de la clase F-100 de la Armada, está preparado para operar en todo tipo de escenarios gracias, entre otras cosas, a su sistema de combate Aegis.