Según declaraciones del segundo comandante de esta institución, general Carlos Silva, para el 2023 se les asignó un 62,4% de los recursos necesarios para poder desplegar operativamente su parque de aeronaves, lo que se ha traducido en una reducción del 26% en el número total de horas proyectadas para volar este año, pasando de 49.320 en 2022 a sólo 36.550 que se esperan para 2023 (de 54.000 originalmente proyectadas) y frente a unas 60.529 voladas en el 2020, lo que indica una dramática caída en la disponibilidad operativa de esta fuerza.