La embarcación, la tercera de este modelo que entra en servicio, está diseñada para alcanzar los 60 nudos, unos 111 kilómetros por hora. Al igual que las dos primeras patrulleras, la nueva lancha rápida está basada en la interceptora HS60 de Aister, pensada para hacer frente a las narcolanchas, con un casco de aluminio más resistente a las maniobras de embestida que suelen hacer estas embarcaciones dedicadas al tráfico ilícito de sustancias en las persecuciones.