No se trata en rigor de un desarrollo completamente nuevo, sino que se considera una evolución a partir de los precedentes T-72, de los que Moscú ya ha perdido en Ucrania más de 1.600 unidades en sus distintas variantes, y T-80, que suma más de 1.100 caídos desde el inicio de la guerra en sus distintas variantes, entre destruidos, dañados y abandonados.El T-90M está preparado para equipar el mismo cañón 2A82-1M de 125 mm pensado para el T-14 Armata, el diseño más avanzado de carro de combate con el que cuenta en la actualidad Rusia, si bien aún no ha comenzado a producirse en serie. En el T-90M también destacan su blindaje reactivo y el sistema de control de tiro Kalina con los que va equipado.Destaca su protección activaEntre los desarrollos que destacan en el T-90M se encuentra su capa externa de protección, denominada Nakidka, compuesta de un material desconocido y que sus desarrolladores califican como “capa sigilosa”, y aseguran que absorbe el calor y las señales de radio, de modo que dificulta su detección y destrucción por misiles guiados gracias al calor.
El carro de combate T-90M que las fuerzas ucranianas han encontrado abandonado por las tropas rusas en la ofensiva que iniciaron hace unas semanas en Járkov, en el noreste del país no es un trofeo de guerra más.
El cañón del T-14 Armata El T-90 es el primer carro de combate producido en masa en Rusia tras la caída de la Unión Soviética, y no se trata en rigor de un desarrollo completamente nuevo, sino que se considera una evolución a partir de los precedentes T-72, de los que Moscú ya ha perdido en Ucrania al menos 382 unidades, y T-80, que suma 123 caídos desde el inicio de la guerra en sus distintas variantes.El T-90M está preparado para equipar el mismo cañón 2A82-1M de 125 mm pensado para el T-14 Armata, el diseño más avanzado de carro de combate con el que cuenta en la actualidad Rusia, si bien aún no ha comenzado a producirse en serie. En el T-90M también destacan su blindaje reactivo y el sistema de control de tiro Kalina con los que va equipado.