Francia y Alemania preparan el relanzamiento del proyecto de caza FCAS

Las compañías aeronáuticas Airbus, como representante industrial principal de Alemania, y Dassault Aviation, por parte de Francia, están a punto de sellar un acuerdo definitivo para pasar a la siguiente etapa del programa del futuro sistema aéreo de combate (FCAS), en el que también participa España, y que permitirá el reemplazo de las actuales flotas de aviones de combate Eurofighter y Rafale de los tres países. Ambas compañías han protagonizado una serie de desencuentros a lo largo de los últimos meses, a cuenta del reparto de tareas para esta nueva fase, en la que se debe construir el prototipo del futuro caza que contempla el proyecto, hasta el punto de haber llegado a peligrar la viabilidad de la iniciativa al completo.

La denominada Fase 1b, que es la que según fuentes anónimas citadas por Financial Times se va a firmar finalmente en apenas unos días, ya tenía el compromiso de un desembolso de 3.800 millones de euros y finales del año pasado como fecha límite. Pero entonces salto el desencuentro, que se concreta en desavenencias sobre la propiedad intelectual, la división de las tareas y las especificaciones del futuro avión. La compra de cazas estadounidenses F-35 anunciada por Alemania este año también contribuyó a que aumentasen los recelos por parte de Francia, donde se llegó a creer que esta adquisición ponía en peligro la continuidad del FCAS.

Los ministros de Defensa de Francia, Sébastien Lecornu, y Alemania, Christine Lambrecht, ya trataron el pasado septiembre de representar un acercamiento en torno al FCAS al anunciar un impulso en el marco del consejo de ministros conjunto entre ambos países previsto para finales del pasado octubre. Se trataba de una cita similar al primer encuentro de trabajo de ambos ejecutivos de este tipo, que tuvo lugar en julio de 2017, y en el que los dirigentes entonces de ambos países, Emmanuel Macron y Angela Merkel, anunciaron el desarrollo de este programa. Posteriormente España se sumó a la iniciativa, que tiene como estrella principal un futuro avión de combate de sexta generación.

“No hay alternativa”

Finalmente, el anunciado consejo de ministros de ambos países acabó posponiéndose, con lo que no se han evidenciado avances, si bien el jefe de Airbus Defence & Space, Mike Schoellhorn, ha dado una importante pista sobre este acercamiento al apuntar, hace unos días, que para este programa “no hay alternativa, debe funcionar” y que, de hecho, “Francia y Alemania están convencidas de la importancia del FCAS”.

El programa franco-germano-español de un futuro sistema aéreo de combate es el proyecto de desarrollo militar más importante que tiene lugar actualmente en Europa. Con él se busca reemplazar las actuales flotas de aviones Eurofighter, de Alemania y España, y de Rafale, de Francia, por un sistema mucho más complejo y avanzado con 2040 en el horizonte, si bien, como consecuencia de los desencuentros, el proyecto podría retrasarse en torno a una década.

Un informe del Senado francés cuantificó en el verano de 2020 el coste total del programa NGWS/FCAS (siglas en inglés de Sistema de Armas de Nueva Generación / Futuro Sistema Aéreo de Combate) “En un rango de entre 50.000 y 80.000 millones de euros”. Al mismo tiempo, Reino Unido lidera otro proyecto similar, también conocido por las siglas FCAS y con un avión denominado Tempest como pieza central, junto a la participación de Italia y Suecia y una posible adhesión del programa japonés F-X. Distintos expertos e industriales han señalado que la viabilidad de ambos programas solo será posible si acaban convergiendo en uno solo en el futuro.