Uruguay cierra 2023 entre demoras y falta de confirmaciones
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Uruguay cierra 2023 entre demoras y falta de confirmaciones

La nota más destacable la proveé la definición por parte del Gobierno uruguayo para la adquisición de dos buques OPV al astillero español Cardama
Firma compra cardama
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El año 2023 no trajo grandes novedades para Uruguay en lo que se refiere a Defensa. La mayoría de los proyectos que deberían haberse cerrado durante este año se han demorado o a la fecha de preparación de este informe, no están confirmados. 

La nota más destacable la proveé la definición por parte del Gobierno uruguayo para la adquisición de dos buques OPV al astillero español Cardama. Esta decisión fue tomada pese a todo tipo de presiones internacionales; desde Gobiernos extranjeros como el de China, que se quejó oficialmente por no haber sido elegidos como así también desde el ámbito privado, desde donde se han realizado todo tipo de ataques tanto al proceso como al astillero español. 

Si bien la mayoría de estos agravios se han demostrado, hasta ahora, infundados; la presión internacional continúa ahora extendiéndose a medios de comunicación extranjeros, particularmente argentinos, país donde pronto se abrirá el proceso de selección de nuevos buques de patrulla oceánica para la Prefectura Naval Argentina. A nivel político, la oposición ha utilizado esta presión internacional para atacar la decisión del Gobierno y cuestionar el proceso de compra. Sin embargo, el Gobierno ha mantenido el rumbo y todo indica que el contrato de construcción se firmará antes del fin del presente año.

Fuera de esta compra y la recepción de una nueva lancha de rescate donada desde Alemania, el 2023 no ha traído muchas más novedades positivas para la Armada Uruguaya. La negociación de un paquete de casi 30 millones de dólares de material norteamericano, que incluye armamento ligero, camiones y sistemas de vigilancia, ha avanzado muy lentamente debido a una combinación de las burocracias de ambos países, pero también a la falta de confirmación por parte de Uruguay de la disponibilidad de recursos para la compra.

En el caso de la Fuerza Aérea, la situación es mucho más crítica. Con apenas un avión de combate Cessna A-37B Dragonfly en orden de vuelo y dos a cuatro Pilatus PC-7U Turbo Trainer disponibles, la FAU básicamente carece de aeronaves de combate y ha renunciado a participar en ejercicios internacionales como Cruzex en Brasil por la falta de medios disponibles. 

La llegada de un Bell 212 Twin Huey donado por Estados Unidos alivió un poco la situación de alas rotativas de la fuerza, pero sin sacarla de su estado crítico. La falta de reemplazo para los ubicuos Bell UH-1H Iroquois y la pérdida de un Bell 212 en 2021 hacen que la fuerza apenas posea un Bell 212 operativo en Uruguay, más dos en la República Democrática de Congo, junto con dos Airbus Helicopters AS-365 Dauphin 2 y por lo general un único Bell UH-1H Iroquois operativo, conforman el total de la flota de helicópteros de la FAU. 

Con el tiempo se han ido diluyendo negociaciones con Estados Unidos por mas helicópteros. Si bien existe la voluntad norteamericana de llegar a algún acuerdo, la escasez de fondos del lado uruguayo sería una gran limitante para cualquier tipo de negocio, incluso subvencionado por Estados Unidos. 

En el mismo grupo están los aviones Beechcraft C-12 Huron que fueron inspeccionados recientemente y la dilatadísima compra de aeronaves de intercepción, que ya tiene décadas de iniciada como proyecto y que si bien todo parecía que iba a ser concretada en este Gobierno nada ha sucedido aún y todo indica que, si milagrosamente se llega a algún acuerdo, las aeronaves arribarían a Uruguay durante la próxima gestión. 

La compra de un dron de última generación con fondos del ente eléctrico publico UTE habría quedado frustrada y la recepción de tres Tecnam P2006T adquiridos con fondos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca estaría postergada para principios de 2024.

El Ejército Nacional de Uruguay no ha avanzado absolutamente en nada de sus proyectos mayores, apenas se ha mantenido operativo el escaso material bélico que posee . 

La posibilidad de aumentar el contingente desplegado en Undof, frontera entre Siria e Israel, quedó descartada por no tener el equipo necesario para el despliegue, y la posibilidad de que Monusco —en la República Democrática de Congo— cierre en 2024, ponen un gran manto de inseguridad en el futuro financiero de la fuerza, que depende de las misiones de paz para sostenerse operativamente. 

La compra de dos decenas de vehículos Oshkosh M-ATV junto a la donación de una cantidad similar de blindados MRAP Osprea Mamba MK7 aún se encuentra en proceso, y se espera que lleguen a Uruguay durante 2024. Fuera de eso no se esperan adquisiciones de material de ningún tipo excepto algún caso específico de emergencia o alguna compra puntual de oportunidad. 



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