Uruguay carece de capacidad para interceptar aviones rápidos

La Fuerza Aérea Uruguaya presentó a la opinión pública, bajo el epígrafe Control del espacio aéreo en datos, el balance anual referente a seguimiento de vuelos e interceptaciones realizadas en el cielo uruguayo. Del informe se desprende la carencia de la FAU de cara a la interceptación de aviones rápidos.

Los datos incluyen un total de más de 24.000 vuelos privados, que no incluyen vuelos comerciales o de aeronaves del Estado uruguayo, con un total de 14 denunciados a la Junta de Infracciones, 13 recibieron un seguimiento especial de radar que, aunque no se especifica, probablemente fuesen tránsitos sin autorización cruzando el espacio aéreo uruguayo que fueron luego entregados al siguiente país, y se realizaron cinco interceptaciones de vuelos irregulares.

La Fuerza Aérea cuenta con dos modernos radares militares tridimensionales Indra Lanza 3D, uno fijo y otro móvil, a los que se suma la cobertura del radar primario del aeropuerto internacional ubicado en Montevideo mas el secundario ubicado en Durazno, en el centro del país. Sin embargo, la carencia de vectores de interceptación modernos hace que la tarea se pueda cumplir únicamente en forma muy limitada. Los actuales aviones disponibles en la FAU, un puñado de Cessna A37B Dragonfly y cuatro Pilatus PC-7U Turbo Trainers hace que la interceptación de aeronaves en infracción se resuma a pequeños aviones civiles mientras que, de existir algún tipo de invasión del espacio aéreo por parte de una aeronave rápida, ya sea civil o militar, las posibilidades de interceptarlas serian prácticamente nulas.

La desidia de los diferentes gobiernos de turno continúa marcando la tendencia con respecto a inversiones significativas en las Fuerzas Armadas uruguayas, generando un gran atraso tecnológico y profundas limitaciones en las capacidades operativas de las tres ramas militares, inclusive para cumplir los roles básicos marcados por la Constitución.