Cumbre Bolsonaro-Trump

(Especial CEEAG para Infodefensa)

La visita del presidente de Brasil Jair Bolsonaro a Washington, el 19 del presente, es el reflejo de la intención de Plan Alto para recuperar los lazos con los Estados Unidos tras los años de distanciamiento producido durante los gobiernos del PT (Partido de los Trabajadores). Con lo anterior se pretende iniciar una nueva etapa que potencie la situación del gigante sudamericano en la región y a nivel global. Entre los objetivos que se busca lograr en este encuentro están la firma del Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas, que permitirá el uso comercial de la base de lanzamientos aeroespaciales de Alcántara, en el Estado de Maranhão con lo cual se potenciará la industria espacial y aérea del Brasil. Según fuentes del Ministerio de Defensa brasileño esto traería un beneficio de diez mil millones de dólares al año.

Otro de los objetivos de la administración Bolsonaro es el apoyo norteamericano para que la OTAN le entregue la categoría de “aliado importante no OTAN” condición que actualmente sólo tiene Argentina en la región. Esto se relaciona con la necesidad geoestratégica de los Estados Unidos de tener aliados con un potencial relevante en cada una de las regiones del planeta, que puedan satisfacer la necesidad de cooperación requerida por Washington evitando un agotamiento innecesario de los recursos de los Estados Unidos.

Brasil, asume este desafío con las interrogantes y debates que han caracterizado gran parte de su visión geoestratégica desde la segunda mitad del siglo XX. El país, férreo defensor del principio de no intervención en los asuntos internos, debe afrontar el reto de un mayor protagonismo a nivel mundial y particularmente a nivel Sudamericano, si pretende una alianza más profunda con Washington. Por otra parte, están sus intereses en el continente africano, donde existe un especial interés por parte de su política de Estado para estrechar vínculos, en especial con los países de habla portuguesa con los cuales existen lazos culturales e históricos muy importantes.

Asimismo, está su condición de país BRICS que lo sitúa junto a China, India, Sudáfrica y Rusia en una posición protagónica como una potencia emergente gravitante, cuyo accionar no se limita al ámbito económico. Esta condición tiene especial importancia a nivel sudamericano, donde el peso específico del Brasil genera naturalmente una situación de liderazgo sin grandes contrapesos.

De concretarse la condición de “aliado importante no OTAN” Brasil se constituiría, en propiedad, como una potencia en la región y, con ello, Estados Unidos estaría enviando una importante señal a sus rivales por cuanto contaría con un aliado fundamental en Sudamérica.

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