Cada sistema está compuesto por tres UAV, estaciones de control en tierra, estaciones de datos, cámara T-Stamp-XR -carga útil-, terminales de vídeo remoto, equipo de apoyo en tierra (GSE, por sus siglas en inglés), kit vehicular y paquete de baterías. Tras cuatro años de operación con este sistema, el Ejército busca con este contrato recién licitado reponer parte del segmento aéreo, compuesto por el avión completo con todos sus sistemas y algunos elementos de la carga útil -aquellos que no son necesarios para el vuelo-, que ya no funciona o no está en perfectas condiciones.
El simulador está compuesto básicamente de un puesto para el instructor, que genera y lanza los ejercicios, y de una consola de operación, idéntica a la del RPAS, con la que el alumno opera la aeronave.