La Unidad Enemiga ha tenido, detalla el jefe del programa, “un papel fundamental”, puesto que no solo ha cedido Leopard 2A4, también ha desplegado otros medios para simular posiciones enemigas y dar mayor realismo a los ejercicios. Con esos diez carros, han efectuado disparos con munición real de ejercicio en el campo de maniobras y ya en la fase final han llevado a cabo ejercicios tácticos a nivel sección.
En concreto, adquirió una manguera explosiva ligera a Wescom Signal & Rescue y un sistema de instrucción para la manguera explosiva pesada para apertura de brechas Plofadder 160 AT del fabricante Rheinmetall, en dotación en el Ejército.
De hecho, una parte del proyecto Ejército 35 gira en torno precisamente a esa adaptación al combate urbano, que, a su vez, también forma parte del famoso nuevo concepto de guerra híbrida en la que entran en juego otros agentes desestabilizadores como la desinformación o los ciberataques. El Ejército subraya en un informe sobre este proyecto que “la Fuerza 35 se empleará para asegurar la protección de la población y el control del territorio y los recursos, siendo el Ejército un elemento ‘sin igual’ para cumplir esas misiones.