Marruecos reforzó el pasado verano su arsenal y adquirió doce drones militares para vigilar las fronteras de Ceuta y Melilla, como respuesta a los incidentes de mediados de mayo en Ceuta, con la llegada de miles de migrantes a las costas.El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha justificado esta compra diciendo que “cada país es soberano para gestionar la vigilancia de sus fronteras con los medios que considere conveniente”.