Madrid justifica la decisión de Rabat de desplegar drones armados en la frontera con Ceuta y Melilla

Marruecos reforzó el pasado verano su arsenal y adquirió doce drones militares para vigilar las fronteras de Ceuta y Melilla, como respuesta a los incidentes de mediados de mayo en Ceuta, con la llegada de miles de migrantes a las costas.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha justificado esta compra diciendo que “cada país es soberano para gestionar la vigilancia de sus fronteras con los medios que considere conveniente”. Estos drones, de fabricación turca, están armados con misiles capaces de alcanzar un objetivo a 14 kilómetros. El Bayraktar TB2, que así se denomina la aeronave, es silenciosa y posee un solo motor con la característica de que su aleta es triangular.

El senador de Compromís Carles Mulet trasladó hace unos meses al Gobierno español una serie de preguntas relacionadas con las características de estos aparatos y otras cuestiones, tras conocerse que Marruecos instalaría estos drones en las proximidades de las fronteras de Ceuta y Melilla.

“Tal y como ha manifestado el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en reiteradas ocasiones, incluyendo durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, el pasado 16 de diciembre, el Ejecutivo continúa trabajando por mantener unas relaciones a la altura del siglo XXI", añade el Ejecutivo español en la respuesta enviada esta misma semana.

Y señala: "El Gobierno de España desea mantener la mejor relación de vecindad posible con Marruecos, socio estratégico. Así, el Gobierno trabaja y seguirá trabajando en los ámbitos de cooperación sobre los que se sustenta nuestra relación con Marruecos, buscando la mejor relación y el beneficio mutuo, y defendiendo siempre los intereses de España”.