Sin embargo, en noviembre del pasado año el Ministerio de Defensa australiano eligió a Mitsubishi Heavy Industries (MHI) y a la compañía alemana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) como finalistas, dejando fuera a la coreana Hanwha Ocean y a Navantia, que ya le ha suministrado el grueso de la nueva flota adquirida por Canberra en las últimas dos décadas.Una flota más grande y letalLa adquisición forma parte del nuevo plan estratégico de Canberra para dotar a sus fuerzas armadas de capacidades de combate más avanzadas, en especial en el ámbito marítimo, donde el Gobierno busca construir una Armada “más grande, más moderna y más letal”, según expresó el ministro de Industria de Defensa, Pat Conroy.“Estamos dando otro paso hacia la creación de una Armada mucho más grande y letal, con fragatas que tranquilizarán a nuestros aliados y disuadirán a nuestros adversarios”, afirmó Conroy, que subrayó también el impacto positivo que la operación tendrá en la industria naval australiana y en la generación de empleo cualificado.Por su parte, el titular de Defensa subrayó el papel estratégico que jugarán los nuevos buques para la protección del país: “La fragata clase Mogami ayudará a asegurar nuestras rutas comerciales marítimas y nuestros accesos al norte como parte de una flota de combate de superficie naval más grande y más letal”.Fragatas de última generaciónLas fragatas Mogami (también designada como 30FFM) son buques de guerra de nueva generación desarrollados por Japón a partir de 2015, que han sido integrados recientemente en la Fuerza Marítima de Autodefensa nipona.