El Ejército de Chile adquirió 70 vehículos de campaña livianos blindados 4x4 a Salinas y Fabres S.A. (Salfa) que permitirán a la institución incrementar su capacidad operativa en tareas de seguridad en la Macrozona Norte y Macrozona Sur, además del empleo permanente ante emergencias y catástrofes.Según la institución, la adquisición se enmarca en el proyecto Alfil II, una iniciativa destinada a actualizar y reforzar el parque automotriz del Ejército de Chile ante los múltiples requerimientos que el Estado demanda en beneficio de la ciudadanía, en especial aquellos derivados de las operaciones militares distintas a la guerra.El proceso de compra, efectuado a través de una licitación adjudicado a Salfa, contempló en el mes de abril de 2025 una visita a Colombia para la verificación de calidad en fábrica de los nuevos vehículos, el cual se efectuó de forma exitosa.La verificación fue realizada por una comisión conformada por personal del Instituto de Investigaciones y Control (IDIC) del Ejército de Chile, quienes desarrollaron inspecciones visuales, evaluación de sistemas y pruebas de funcionamiento estático y dinámico en condiciones off road.La distribución de los 70 vehículos de campaña livianos blindados 4x4 a las unidades de la Fuerza Terrestre del Ejército de Chile se realizará durante el segundo semestre del 2025.
El 2025 será un año clave para la materialización de varios programas de las Fuerzas Armadas de Chile, entre los que destacan la definición del ganador de la segunda fase del proyecto Alfil, enfocado en nuevos camiones de transporte para el Ejército, y la adjudicación del proyecto Pantera, que busca adquirir nuevos helicópteros ligeros para la Fuerza Aérea de Chile (FACh).El Ejército de Chile deberá seleccionar en marzo a los modelos ganadores de la segunda fase del proyecto Alfil y del proyecto Copahue que contempla hasta 164 nuevos vehículos de campaña medianos, 173 camiones pesados Tipo A y 36 camiones pesados Tipo B por un monto estimado en 98 millones de dólares.
El general Javier Iturriaga del Campo asumirá el 10 de marzo del 2022 la comandancia en jefe del Ejército de Chile y será quien tendrá la misión de poner en marcha la tercera fase del Plan de Desarrollo Estratégico al 2026 de la institución.Este plan fija los lineamientos para lograr la flexibilidad, polivalencia e interoperabilidad que permitan proyectar y consolidar un Ejército funcional y altamente disponible para actuar tanto en operaciones tradicionales como en operaciones militares distintas de la guerra contribuyendo además a una mayor eficiencia en la gestión de los procesos internos.Los objetivos del Plan de Desarrollo Estratégico al 2026 son desarrollar las capacidades requeridas para la Fuerza Terrestre en todas las áreas estratégicas; consolidar una estructura superior del Ejército racional, funcional y eficiente; y modernizar el sistema de gestión del recurso humano, considerando el ciclo de ingreso, formación y desempeño, entre otras.Incremento de capacidadesEn la actualidad está en ejecución el Plan de Acción Carrera 2019-2022 que tiene entre sus objetivos generales completar las dotaciones orgánicas de la Fuerza Terrestre y Estructura Superior del Ejército; continuar desarrollando iniciativas tendientes a lograr una mayor eficiencia en la administración de los recursos y completar al máximo el equipamiento de la Fuerza Terrestre conforme a los proyectos previstos.En el 2022 se realizará el proceso de evaluación del Plan de Acción Carrera 2018-2022 para medir el grado de cumplimiento de las iniciativas y tareas consideradas para este periodo, así como también los efectos sobre los objetivos estratégicos y sobre el estado final deseado para el Ejército al año 2026.La planificación para el período 2023-2026 que liderará el general Iturriaga contempla el incremento y consolidación de capacidades para lograr una Fuerza Terrestre interoperativa, proyectable, polivalente y sustentable.