Este parlamento no llegó a buen puerto y se recomendó a los defensores la rendición inmediata o, con la llegada inminente del conde de Arcos, momento en el que atacarían la ciudad, todos serían esclavizados o asesinados.A esto le sucedió un rápido ataque de las tropas de Ponce de León, que obligó al contingente de Gibraltar a encerrarse en el castillo.