A cambio, le serían devueltos su hijo, sus mujeres y sus criados, "excepto los que se hubieren vuelto cristianos". Isabel y Fernando también concedieron una amnistía y un indulto general a todos los prisioneros de Granada que fueran cristianos.Boabdil entregó en el salón del trono las llaves de la Alhambra a un hombre de confianza de Isabel I, Gutierre de Cárdenas.