De ahí que, en vez de emplear la tradicional botella de champán para estrellarla contra el casco de la nave como momento central de la ceremonia, se ha utilizado una botella de whisky, en alusión a la raíz escocesa del nuevo buque.Para el director gerente del negocio naval de BAE Systems, Simon Lister, “el bautismo del HMS Glasgow es un paso significativo hacia la incorporación de este barco de vanguardia en la flota de la Royal Navy y demuestra nuestro sólido progreso en la entrega de estos poderosos nuevos buques”.Cuatro más en construcciónEl fabricante explica que esta primera fragata de la clase y sus barcos hermanos estarán entre los buques de guerra antisubmarinos más avanzados de su tiempo.Cuando entren en servicio, estas fragatas Tipo 26, de 6.900 toneladas y 149 metros de eslora, “serán la columna vertebral de la presencia de superficie de la Royal Navy”.Actualmente se están construyendo las naves de esta clase HMS Cardiff, HMS Belfast, HMS Birmingham y HMS Sheffield.
La modernización del CCS, explica el fabricante, garantiza que los sistemas de armas Mk 45 sigan siendo compatibles durante las próximas décadas y estén listos para integrar tecnologías “más recientes e innovadoras para respaldar municiones avanzadas y capacidades de misiones futuras por un costo significativamente menor que el de un arma nueva.
Una pasa por la construcción en España de los barcos, que serían similares a las que ahora fabrica el astillero de San Fernando (Cádiz) para Arabia Saudí, y que se entregarían en 2029 por un coste estimado de 600 millones de euros cada uno.
Se trata de un modelo del que el país ya cuenta con tres unidades, y que se basa en el citado diseño español de las F-100 de Navantia, que curiosamente perdió frente a BAE Systems en el concurso de hace cuatro años.La firma responsable en el país de estas naves, Navantia Australia, acaba de ofrecer ampliar la actual flota de AWD (siglas en inglés de destructor de guerra aérea, en alusión las naves de la clase Hobart).