Tras completar en enero los test en puerto, con las pruebas sobre amarras, el sexto de once hitos de seguridad que debe completar el buque, “ahora, lo que se nos ofrece por la proa es nuestra primera navegación, fijada para finales del mes de marzo”, señala el comandante del S-81 Manuel Corral Iranzo, en un artículo publicado en la revista Revista Española de Defensa (RED), que edita el ministerio dirigido por Margarita Robles. Las pruebas de mar también incluyen el estreno del submarino en inmersión.
El proyecto incluye además una serie de obras entre las que destacan el dragado en la zona de fosas y el acceso a las mismas para dotar al arsenal de un calado suficiente para la operación de los S-80; prolongar el muelle central de las fosas 13 metros para que alcance toda la eslora de los S-80, más un margen de seguridad; recrecer todo el muelle central de fosas e instalar nuevas defensas y bolardos, de acuerdo con a las dimensiones de los S-80; y demoler el edificio de Compresores, con el fin de proporcionar una superficie diáfana con capacidad suficiente para llevar a cabo maniobras y suministrar servicios.
El buque está inmerso ya en las conocidas como pruebas sobre amarras, un importante hito de seguridad, en el que la compañía comprobará el funcionamiento de la propulsión y línea de ejes del submarino.Desde el constructor naval detallan que durante las mismas se enviarán al motor eléctrico principal órdenes que harán girar la hélice, verificando la correcta actividad de todos los sistemas.
Esta semana ha llegado a la Nave de Armamento de Submarinos (NAS) la estructura de la vela del S-82, que será instalada sobre el casco resistente del submarino después de Navantia, en enero del próximo año.