El Instituto Armada recuerda en la memoria justificativa del contrato que entre los equipos que necesitan sus unidades se encuentran “los cascos antidisturbios y máscaras antigás, como medio de autoprotección que se emplea en manifestaciones, reuniones, para la protección de los agentes del Cuerpo frente a lanzamiento de objetos, sustancias peligrosas como ácidos, productos químicos o gases lacrimógenos consiguiendo así una mayor operatividad y efectividad en la realización de los diferentes servicios”.
El modelo seleccionado es el USP (Universal Self-loading Pistol) estándar, ya en servicio en las unidades del Ejército.