Los equipos internacionales abandonan la búsqueda del ARA San Juan

El comienzo de un nuevo año no ha traído buenas noticias sobre el ARA San Juan que tranquilicen a los familiares de sus 44 tripulantes y, en definitiva, al conjunto de la opinión pública argentina. Casi dos meses después de que estableciese su último contacto desde el océano Atlántico, las novedades sobre su paradero siguen siendo casi nulas. Además, Argentina se ha quedado prácticamente sola tras la retirada de la mayoría de equipos aéreos y marítimos de los 18 países que han llegado a participar en el operativo desde la desaparición del submarino.

El último en hacerlo ha sido Estados Unidos, que el pasado 27 de diciembre replegó su oceanográfico Atlantis. Según comunicó la Armada argentina, el buque había llegado a rastrear “hasta dos veces” las áreas que se le había asignado y ahora regresará a sus tareas habituales. El país norteamericano sí continuará apoyando con “personal experto en planeamiento y análisis de datos”. El único buque extranjero que, por ende, continúa en la zona de búsqueda es el ruso Yantar.

Junto a él están los argentinos ARA Sarandí -en una nueva área de barrido- y ARA Islas Malvinas, que lleva a bordo el vehículo ruso remotamente tripulado Panther Plus, con capacidad para descender hasta los 1.000 metros. Además, se ha dirigido a la zona el transporte ARA San Blas, que abastecerá al destructor Sarandí.

Crisis en la Armada

La falta de novedades y alguna que otra contradicción han provocado una crisis en la Armada. Además de la suspensión de dos altos oficiales de la fuerza, que publicó Infodefensa.com, el pasado diciembre el Gobierno de Mauricio Macri le pidió la dimisión a su titular, Marcelo Srur, quien fue sustituido por el vicealmirante de Infantería de Marina José Luis Villán.

La medida, solicitada por el ministro de Defensa, Óscar Aguad, es resultado de la investigación interna de la Armada para discernir responsabilidades por las posibles irregularidades cometidas durante la búsqueda del submarino, sobre todo en los primeros días, en los que se sospecha que Srur ocultó información relevante al Ejecutivo. Además de esta, hay otras dos causas en la Justicia, una investigación impulsada desde el Gobierno y otra en manos de una comisión parlamentaria.

Casi dos meses sin respuestas

El operativo sin precedentes que lideró en el Atlántico Sur la Armada no ha dado todavía ningún resultado concreto. Por el momento, lo único que se sabe a ciencia cierta es que el día que el sumergible se contactó con la base naval por última vez, en la misma zona desde la que lo hizo, se registró una explosión. Horas antes, el comandante había llamado a la base naval para comunicar que se había producido un cortocircuito en las baterías debido a la entrada de agua como consecuencia del complicado temporal.

Pero, tal y como ha aclarado en numerosas ocasiones el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, la avería fue controlada y el comandante comunicó que seguía su camino, por lo que, en principio, no debería ser la causa del incidente que provocó su desaparición el pasado 15 de noviembre, a unas 240 millas náuticas (unos 430 kilómetros) de la costa patagónica argentina.