Es probable que al menos una de estas unidades retorne a Uruguay para realizarle un mantenimiento mayor y reemplazarla por algunas de las que se encuentran en el país.
El pasado jueves 27 de abril, el ministro de Defensa de Uruguay, Javier Garcia, confirmó que Estados Unidos ha donado otra aeronave Bell 212 Twin Huey con fondos GPOI. La aeronave será entregada directamente en la República Democrática de Congo, donde la FAU tiene elementos y helicópteros desplegados bajo bandera de las Naciones Unidas.
Las pocas novedades que se esperan para el 2022 vienen de la mano de donaciones de países amigos, incluyendo una partida de antiguos obuses autopropulsados M-108 de Brasil, un radar de defensa puntual de China y tal vez la transferencia de un lote de vehículos MRAP RG-31 desde Estados Unidos. Fuera de eso, no hay grandes expectativas, aunque la fuerza esta realizando un gran desgaste debido a su participación en la lucha contra la Covid-19 como así también en el patrullaje de fronteras, lo que se suma a sus tareas habituales en el país y a los despliegues fuera de fronteras bajo bandera de la ONU. La fuerza necesita urgente un reemplazo para sus vehículos blindados, particularmente los Vodnik rusos para los cuales es bastante complejo recibir repuestos para su mantenimiento, como también la flota de AVGP canadienses, los cuales se han convertido en la espina dorsal de los despliegues en misiones de paz, pero que también han sufrido las consecuencias de su uso tan extensivo. Si bien activamente se están buscando reemplazos para estos vehículos, la escasez de fondos como así también lo limitado de la oferta de vehículos similares en el mercado de segunda mano hace difícil que se pueda concretar el plan de recambio, al menos en el corto plazo.
El año 2021, luego de un 2020 marcado por la pandemia y la consiguiente retracción económica, trajo algunas novedades para las Fuerzas Armadas Uruguayas, pero aún restan concretar la mayoría de los desafíos que se enfrentan. A finales de 2020 se firmaba un acuerdo entre el Ministerio de Defensa de Uruguay y la Corporación Nacional para el Desarrollo para la formación de un fideicomiso destinado a la compra de nuevo material para las Fuerzas Armadas, sin embargo, no quedaba claro en ese momento, ni ahora, cual seria el origen de los fondos para nutrir dicho fideicomiso. Si bien se especulaba con una posible venta de inmuebles, a finales de 2021 no se ha concretado nada de esto.