Rabat está protagonizando en los últimos años un proceso para la renovación y, sobre todo, la modernización del material y el equipamiento de sus Fuerzas Armadas Reales, que tiene como principales suministradores a Francia y Estados Unidos, y al que ahora suma a Israel, en el marco de normaización de ambos países de hace casi un año.
Israel y Marruecos ya trabajaban, entre otros, en un proyecto que permitirá a Rabat fabricar drones militares, y que estaba previsto que el memorando suscrito ahora consolidaría, a través de nuevas alianzas para desarrollar una industria en Marruecos relacionada con la producción de munición merodeadora, también conocidos como drones kamikazes.
El sistema Iron Dome fue sometido el pasado mayo a la mayor prueba de esfuerzo de su historia durante el enésimo desigual enfrentamiento entre fuerzas israelíes y palestinas, en la que en apenas diez días interceptó más cohetes que durante sus diez años previos de existencia.