La Armada ha confirmado que el nuevo buque logístico será el Cadena 4 con una eslora de 154 metros que estaba en servicio en la naviera española Balearia como transporte de vehículos entre la península y las islas Canarias.
Desde una perspectiva de infraestructura energética, el CDP subraya una demanda creciente de sistemas en el entorno operativo futuro, con un mayor nivel de digitalización, con una proliferación de vehículos y sistemas no tripulados, aumentando la detección en la zona de operaciones. Desde el punto de vista de la seguridad energética, la tendencia hacia las plataformas de electrificación y otras propulsiones alternativas junto con los suministros de energía civiles y militares que son difíciles de separarse por completo ya que los Estados miembros de la UE dependen de la infraestructura y energía civil para su funcionamiento y operaciones.
Foto: ArmadaCarnota, un homenaje al municipio coruñésEl Boletín Oficial del Ministerio de Defensa del pasado 26 de octubre recoge una resolución firmada por la ministra Margarita Robles por la que se asigna a este buque recién adquirido el nombre de Carnota, con el numeral A-61 en el costado. Carnota es una localidad de la costa coruñesa con un especial vínculo con la Armada y una larga tradición marinera.
La embarcación, de segunda mano, pasará a manos de la Armada, responsable final de su operación, en un plazo de dos meses, según el calendario previsto.El anuncio de adjudicación publicado el pasado martes en la Plataforma de Contratación no ofrece información sobre el buque elegido y el propietario hasta la fecha de la embarcación que pasará a engrosar la lista de buques de la Armada.
En el caso concreto de los remolcadores, la Armada cerró a finales de 2022 la compra de remolcadores de puerto de segunda mano por diez millones de euros para los arsenales de Ferrol y Rota.En los planes de la Armada está también la adquisición de otro buque logístico multipropósito con capacidad para remolcar a otras unidades también de segunda mano.
Por un lado, el remolque de altura de unidades de gran porte en servicio en la Armada y, por otro, el transporte logístico entre la península, archipiélagos y plazas de soberanía en el norte de África.
Para ello, cuenta en sus comisiones navales de regatas con unidades, embarcaciones de vela ligera y de crucero, para participar en competiciones deportivas. La participación en estos eventos repercute, señala la propia Armada, "muy favorablemente el prestigio de la Institución y la conexión y lazos que genera con la comunidad marítima en general y, en especial en este caso, con la marina de recreo y vela", recoge la memoria justificativa de la licitación.El Aifos 500, explica el documento al que ha tenido acceso Infodefensa.com, ha sufrido desde su construcción en 2004 modificaciones en dos ocasiones, lo que ha permitido “mantener un nivel de competición aceptables”.
Durante los próximos cuatro años, la obra sostendrá 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos, de acuerdo con las cifras que maneja el astillero estatal. Desde el constructor naval español apuntan además que estos dos buques hidrográficos suponen un paso importante en la renovación de la Flotilla Hidrográfica, “avanzando además en la transición verde, ya que los nuevos buques podrán operar con biocombustibles”. Su misión principal será la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado, en aguas y costas españolas.
El departamento que dirigie Margarita Robles explica que las nuevas embarcaciones actualizarán y potenciarán la Flotilla Hidrográfica responsable de la cartografía náutica oficial del Estado y militar específica.Los buques serán construidos por Navantia en sus instalaciones de San Fernando.
En este caso, el anglicismo hace referencia al ejercicio de inserción desde un helicóptero de un pequeño equipo en un medio acuático. En este video, un equipo de la Armada enseña cómo lanzan la embarcación, la inflan y se dirigen al punto fijado.
Lo que por el momento no ha trascendido es el armamento que llevará el buque.
La Armada ha difundido las primeras imágenes del hundimiento durante el ejercicio Sinkex en aguas de Canarias del Martín Posadillo, buque de apoyo logístico retirado del servicio hace dos años.
De sus gradas han salido remolcadores, buques de vigilancia pesquera, barcos de salvamento, dragas, oceanográficos y pesqueros. Entre los proyectos ejecutados en los últimos años se encuentra el buque multipropósito Kwanza (remolcador, salvamento, contraincendio, anticontaminación) para Angola, el buque de inspección pesquera y rescate Cardama C-242 de 68 metros de eslora, o el buque remolcador multipropósito de lucha contraincendios Thulfiqar de 42 metros de eslora para la empresa iraquí SOC. Prácticamente el 100% de su negocio está fuera de España y en el mercado civil.
Por un lado, el remolque de altura de unidades de gran porte en servicio en la Armada y, por otro, el transporte logístico entre la península, archipiélagos y plazas de soberanía en el norte de África.
El astillero Rodman Polyships, especializado en la construcción de todo tipo de embarcaciones en PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio), ha iniciado la construcción de ocho nuevas lanchas interceptoras de alta velocidad para el servicio de vigilancia de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, más conocido como Aduanas. La firma del contrato, con un presupuesto de 16,6 millones, tuvo lugar en enero, y tras unos meses iniciales de diseño y planificación de proyecto, la compañía se encuentra ya en la fase de construcción de las primeras unidades.
Esta embarcación deberá estar en servicio en tres años, según el calendario que maneja el Ministerio de Defensa. El buque contará con una serie de equipos y sistemas únicos en la Armada para desempeñar su misión principal: el apoyo a las operaciones de buceo y el salvamento y rescate de submarinos.
El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros la compra de dos nuevos Buques de Acción Marítima (BAM) para la Armada por 550 millones de euros. El Ministerio de Defensa en concreto ha obtenido el visto bueno del Ministerio de Hacienda para adquirir compromisos de gastos los próximos años que permitan financiar la construcción de las embarcaciones. El mismo procedimiento fue utilizado la semana pasada para autorizar la compra de los nuevos aviones de vigilancia y patrulla marítima del Ejército del Aire y del Espacio.
El barco heredará el atraque del BSR Neptuno en la estación naval de La Algameca y será utilizado para un amplio rango de operaciones subacuáticas.
La Armada española ha iniciado los estudios para el diseño de dos nuevos Buque de Acción Marítima (BAM) que contarán con capacidades antisubmarinas como principal novedad respecto a los seis buques de este tipo que ya están en servicio.La División de Planes del Estado Mayor de la Armada trabaja en la definición de requisitos de estos buques, que serán el séptimo y octavo de la serie (sin contar el BAM-IS).
La embarcación tiene 35 metros de eslora, 7,8 de manga y está dotada con la última tecnología entre las que destacan motores híbridos y aletas estabilizadoras que permitirán rebajar las emisiones de CO2, bajar el coste de combustible y maximizar su utilización debido al aumento de estabilidad y comodidad en los abordajes. Su diseño permite a la tripulación -formada por ocho personas-, de una manera sencilla e intuitiva, monitorizar y controlar diferentes sistemas a bordo, gestión de planta eléctrica, niveles de tanques y comunicación con los motores principales, entre otros. El Ministerio del Interior ha invertido en la construcción de las cuatro patrulleras de nueva generación 26 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation de la Unión Europea.