El simulacro permite evaluar en un único ejercicio la capacidad de reacción y el grado de coordinación en el desarrollo de las operaciones de búsqueda y salvamento en el mar.Además del Predator, participan un avión CN-235 del 801 Escuadrón SAR con base en Palma de Mallorca, un helicóptero Super Puma del 802 Escuadrón SAR con base en Las Palmas de Gran Canaria, un helicóptero NH-90 del 803 Escuadrón SAR con base en Madrid (Cuatro Vientos), un helicóptero AW-119 del SAR de Portugal y un helicóptero HH-139 del SAR de Italia, que operarán desde el aeródromo militar de Santiago. La participación de los medios aéreos SAR de Portugal e Italia forma parte de los acuerdos de colaboración entre los servicios de búsqueda y salvamento de estos países con los que España comparte límites de espacio aéreo y marítimo.Reto logísticoEl caso del helicóptero del 802 Escuadrón de Las Palmas de Gran Canaria, supone un reto logístico y operativo que permite al Ala 46 aportar su amplia experiencia en los habituales ejercicios Canasar que realiza en Canarias, mejorando así la planificación y coordinación en misiones SAR. La unidad contribuye a la localización y evacuación de supervivientes en un escenario de emergencia simulada, reforzando su capacidad operativa en entornos marítimos complejos.Participarán también medios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Guardacostas de Galicia y medios de emergencias de Protección Civil, del Sergas 061, del Servicio 112 Galicia y de Cruz Roja.
Posteriormente, en el desfile militar del Dia de la Independencia, el 5 de julio pasado, desfilaron, sobre remolques, tres de estas lanchas: Zuata (LI-02), Paracaima (LI-03) y Capaya (LI-05); sin embargo, se desconoce cuantas unidades de este tipo, de las 14 que dispone la Armada venezolana, serán convertidas en lanchas lanzacohetes.
La ceremonia fue presidida por el general Geovanny Espinel, comandante de la FAE, quien designó al nuevo comandante de la unidad y colocó el parche insignia tanto a pilotos, técnicos y personal del escuadrón, añadiendo que, tras 50 años, el escuadrón retoma el lugar desde donde originalmente era desplegado.
El Ejército del Aire advierte que “la no culminación de un contrato en este expediente, ocasionaría una grave merma en la operatividad de las unidades destinatarias de estos repuestos”.