La resolución indica que la nave ha sido inspeccionada en varias oportunidades por efectivos de la Armada Nacional constatándose que las capacidades del buque son muy adecuadas para las necesidades operativas de la fuerza, las que contribuirán de forma muy importante al cumplimiento de diversas tareas tanto como buque científico como de apoyo logístico antártico. El buque se encuentra actualmente en Seattle, Estado de Washington, donde será sometido a trabajos de mantenimiento y acondicionamiento previo a su traslado a Uruguay.
El acto de baja tuvo lugar el pasado viernes en la Estación Naval de Puntales (Cádiz), presidido por el Almirante Jefe del Arsenal de Cádiz, vicealmirante Rubén Rodríguez Peña.También estuvieron presentes en esta despedida la última dotación del buque, comandantes y miembros de las dotaciones que prestaron servicio en el mismo durante estos 50 años de servicio, así como diferentes autoridades civiles y militares. Actualmente con la baja del BH Antares, la Flotilla Hidrográfica queda compuesta por los buques Malaspina y Tofiño, de la clase Malaspina, ambos con puerto en la Base Naval de La Carraca de San Fernando. Foto: Armada El BH Antares, diseñado y construido por la empresa Navantia en San Fernando (Cádiz), con base en la Estación Naval de Puntales, fue botado el día 14 de febrero de 1973, y fue entregado a la Armada el 21 de noviembre de 1974 como tercero de los cuatro buques hidrográficos de la clase Castor, que estuvo compuesta por los buques Castor, Pollux y Rigel, siendo el Antares el último en causar baja en la Armada.Entre los cometidos y misiones que ha desempeñado el BH Antares se encuentran la realización de levantamientos hidrográficos, trabajos oceanográficos y exploraciones del relieve submarino, la actualización de derroteros, libros de faros, toma de fotografía de costas y de datos meteorológicos, o la actualización de la información contenida en la cartografía náutica. El Antares ha tenido a lo largo de su vida la oportunidad de participar en operaciones Rapid Environmental Assessment (REA, evaluación ambiental rápida) y ha sido buque colaborador en ejercicios Flotex de la Armada, ejercicio anual de nivel avanzado de la Armada destinado a implementar, valorar y evaluar la capacidad de la Fuerza Naval, integrando todo el adiestramiento de las diferentes unidades y Estados Mayores operativos; aparte de ser clave su colaboración con otros organismos e instituciones del Estado como son Salvamento Marítimo o Puertos del Estado.
El Ministerio de Defensa y Navantia han firmado este miércoles la orden de ejecución para la construcción de dos buques hidrográficos costeros (BHC) para la Armada.
Durante los próximos cuatro años, la obra sostendrá 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos, de acuerdo con las cifras que maneja el astillero estatal. Desde el constructor naval español apuntan además que estos dos buques hidrográficos suponen un paso importante en la renovación de la Flotilla Hidrográfica, “avanzando además en la transición verde, ya que los nuevos buques podrán operar con biocombustibles”. Su misión principal será la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado, en aguas y costas españolas.
El departamento que dirigie Margarita Robles explica que las nuevas embarcaciones actualizarán y potenciarán la Flotilla Hidrográfica responsable de la cartografía náutica oficial del Estado y militar específica.Los buques serán construidos por Navantia en sus instalaciones de San Fernando.
El Gobierno tiene previsto aprobar mañana martes en el primer Consejo de Ministros después de las vacaciones cuatro nuevos contratos del Ministerio de Defensa, tal y como adelantó Infodefensa.com.La previsión es que el Ejecutivo autorice los contratos del nuevo Vehículo de Apoyo de Cadenas (VAC) del Ejército de Tierra con un presupuesto de casi 2.000 millones de euros y los dos buques hidrográficos para la Armada valorados en 162 millones de euros.
El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, anunció a finales del año pasado que los astilleros de la compañía en la bahía de Cádiz construirán estos dos buques y además el nuevo oceanográfico de la Armada.
La Armada señala en la memoria justificativa del contrato que “el empleo de vehículos no tripulados para disponer de capacidades que hoy únicamente proporcionan las grandes plataformas es el objetivo de múltiples proyectos e iniciativas en las que participa la Armada, tanto a nivel de la Unión Europea como de la OTAN”.
Nuevo buque oceanográficoRespecto al buque oceanográfico, el Ministerio de Ciencia trabaja desde hace un tiempo en un programa para sustituir el BIO (Buque de Investigación Oceanográfica) Hespérides de la Armada, el único con capacidad para operar en todos los mares del mundo, incluso en zonas árticas y antárticas.
El sistema constará de tres partes: una embarcación no tripulada ligera con los elementos necesarios para la navegación autónoma y el control remoto; sensores hidrográficos para la integración en el barco; y elementos y material de apoyo para el empleo de la embarcación en los buques hidrográficos.
El artículo, firmado por el capitán de navío José Daniel González-Aller y el capitán de fragata Gustavo Gómez-Pimpollo, destaca que la renovación es necesaria, no solo la antigüedad de los barcos en servicio, sino también por ser plataformas ruidosas y con importantes limitaciones por obsolescencia o capacidad y dotaciones sobredimensionadas.Flota actual La actual Flotilla Hidrográfica está formada por dos buques clase Malaspina, el Malaspina y el Tofiño, en servicio desde 1975; uno de la clase Castor, el Antares, operativo desde 1974; dos lanchas hidrográficas transportables (LHT), la Astrolabio y la Escandallo, más modernas, en servicio desde 2001 y 2004, respectivamente; y una lancha hidrográfica destacable (LHD), la Sondaleza, dada de alta en 2014.