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​Ciberconflicto Ucrania-Rusia, un año de lecciones aprendidas

En este caso el problema se acrecienta por la magnitud de la información disponible a través de medios y redes sociales de amplia difusión, con grandes dosis de desinformación y propaganda, que hacen difícil separar el contenido real del falso.  Sin embargo han sido precisamente las plataformas digitales las que han ido contando en tiempo real lo que está sucediendo proporcionando grandes volúmenes de información, de forma que, apoyados en ellas y en otras fuentes abiertas, en especial de organizaciones e instituciones de probada solvencia, y filtrando rigurosamente cualquier atisbo de desinformación, es posible llevar a cabo un análisis que permita deducir algunas de las lecciones aprendidas hasta la fecha en el contexto del ciberespacio.  Una primera lección, que contradice parcialmente a lo que algunos erróneamente argüían, nos revela que con las capacidades actuales las actividades cibernéticas por si solas, aun siendo de gran importancia, no tienen potencial para inclinar la balanza hacia un lado u otro; su papel ha de combinarse con las operaciones cinéticas a las que no pueden reemplazar.  Es evidente que el ciberespacio, que caracteriza al quinto escenario de conflictos que se ha unido a los tradicionales de tierra, mar, aire y espacio exterior, ofrece a estos unas capacidades adicionales de gran valor, pero solamente son efectivas si están integradas con las del resto de escenarios como parte de un conjunto multidominio armónico.  Un ejemplo de esta integración del ciberespacio con los otros escenarios, en concreto con el del espacio exterior, lo encontramos horas antes de la invasión cuando Rusia lanzó una serie de ataques cibernéticos que consiguieron afectar a las comunicaciones por satélite Viasat, tratando de aislar a Ucrania del ciberespacio al privar del servicio de Internet a infraestructuras críticas, empresas y servicios gubernamentales ucranianos y en parte a sus fuerzas armadas e incluso a una gran cantidad de usuarios europeos.  Sin embargo, en pocas horas se mitigó el impacto al recibir terminales de otro sistema espacial, StarLink de SpaceX, al que Rusia ha tratado también de afectar, aparentemente sin éxito.  En resumen; los ataques y defensas cibernéticas son realmente importantes para el desarrollo de las operaciones, pero para que a su vez sean eficaces y eficientes han de contemplarse como un elemento más, no independiente, demandando la necesidad de adaptar las doctrinas, estrategias y planes, ya desde tiempo de paz.  Otra lección aprendida, derivada parcialmente de la anterior, se refiere a la complejidad de los ataques que requieren disponer tanto de tiempo como de importantes capacidades para asegurar su éxito lo que permite explicar porque las primeras oleadas no se mantuvieron de forma constante a lo largo de los días.  Los ciberataques son de gran utilidad cuando se producen por sorpresa o en múltiples ráfagas de corta duración, pero su impacto se reduce de forma significativa cuando el conflicto se prolonga, como es el caso, pues para poder mantenerlos es preciso disponer, desde tiempo de paz, de fuerzas cibernéticas permanentes, potentes y preparadas, incluidas las de reserva.  En caso contrario, como parece ser que ha sucedido en este conflicto, al no disponer Rusia de capacidad suficiente para poder mantener ciberataques de forma prolongada, pese a su importante actividad cibernética ofensiva, no ha podido mantener un fuerte ritmo en combinación con sus operaciones cinéticas y ha tenido que lanzarlos a modo de descargas breves seguidas de períodos de recuperación.  Sin embargo, Ucrania, como desde muchos años antes de que los carros de combate entraran en su territorio había venido sufriendo ataques, ha ido perfeccionando y mejorando sus capacidades de ciberdefensa, contando además con la supervisión y apoyo de importantes actores externos, razón por la que sin ser una ciberpotencia en comparación con Rusia, ha sido capaz de defenderse de los ciberataques, mostrando una gran capacidad de resiliencia.  En este contexto podemos también deducir una lección importante; dado que las armas cibernéticas tienen un papel especialmente importante antes de los conflictos, si con anterioridad a estos no es posible disponer de todo tipo de fuerzas cibernéticas permanentes en la adquisición de capacidades deben priorizarse las de defensa y utilizar los ciberataques de forma selectiva en tiempos de paz, zonas grises o en instantes anteriores al inicio de las operaciones cinéticas.  Entre otras lecciones aprendidas de un año de conflicto destaca significativamente el papel de la ciberinteligencia en el desarrollo de las operaciones.

Defensa invertirá 35 millones en un centro para adiestrar a sus militares en operaciones en el ciberespacio

El Ministerio de Defensa quiere potenciar las capacidades de las Fuerzas Armadas en el ciberespacio con la creación del Centro de Desarrollo, Adiestramiento y Pruebas (CDAP) para formar en operaciones militares en el ámbito de la ciberdefensa al personal de los Ejércitos y la Armada responsable de la protección de las redes. El proyecto, con un presupuesto de 35 millones de euros, incluye la creación y la puesta en marcha de este centro, de acuerdo con la licitación puesta en marcha por el departamento que dirige Margarita Robles, a la que ha tenido acceso Infodefensa.com.

Defensa invertirá 80 millones en un sistema de combate cíber

La importancia de este nuevo ámbito, el cíber, es tal que la propia ministra, Margarita Robles, recalcó la semana pasada desde Odesa, en su primera visita a Ucrania, que "la guerra de Ucrania ha puesto de relieve que el dominio del ciberespacio es esencial, como también lo es el dominio cognitivo".El Scomce es, según explicaron, "un sistema de armas destinado a permitir el planeamiento, la dirección, control y ejecución de las operaciones militares en el ciberespacio necesarias para detectar y contrarrestar adecuadamente las amenazas".Además, las autoridades añadieron que se trata de "un sistema conjunto, escalable en sus capacidades, interoperable e integrado", rigiéndose por el principio de "dirección centralizada y ejecución descentralizada".El Mando Conjunto del CiberespacioEl MCCE dirigido por el comandante Rafael García Hernández, es el órgano responsable del "planeamiento, dirección, coordinación, control y ejecución de las acciones conducentes a asegurar la libertad de acción de las Fuerzas Armadas en el ámbito ciberespacial".

Thales refuerza su área de ciberseguridad con la compra de S21Sec y Excellium

Previsiones de ThalesEn 2022, Thales tiene previsto contratar a 11.000 personas en todo el mundo, de las cuales 1.000 corresponden al área de ciberseguridad. El presidente de Thales España, Jesús Sánchez Bargos, señala que "la incorporación de la actividad y enorme experiencia de S21Sec, acelerará la estrategia para convertir a Thales en España en un referente del mercado, ofreciendo soluciones tecnológicamente avanzadas y servicios innovadores en ciberseguridad, complementando la importante huella tecnológica e industrial existente en defensa, espacio y seguridad e identidad digital".Por su parte, Marc Darmon, EVP Thales, Secure Communications & Information Systems destaca que "tras la exitosa integración de Vormetric en 2016 y Gemalto en 2019, que supuso un cambio en las capacidades de Thales en seguridad de datos y cifrado, la adquisición de S21Sec y Excellium consolida nuestro liderazgo en consultoría de ciberseguridad y servicios gestionados".

España eleva el nivel de alerta en el ciberespacio por la guerra en Ucrania

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha dado a conocer que España ha elevado el estado de alerta en el ciberespacio, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania.  “El estado de alerta en el ciberespacio se ha incrementado a nivel 3 -sobre una escala de 5- ”, apuntó Robles en su comparecencia del pasado miércoles en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de las actuaciones llevadas a cabo por España desde el inicio del conflicto en coordinación con la OTAN y la Unión Europea.

Navantia y Telefónica trabajan en un sistema de ciberseguridad para los submarinos S-80

El constructor naval explica que "ambos sistemas, el destinado a los S-80 y el de las F-110, serán desarrollados por Navantia teniendo como socio a Telefónica Tech en su división de Ciberseguridad".Detalle del sistemaNavantia suministrará los armarios de ciberdefensa de cada submarino de la serie, llevará a cabo el desarrollo de la ingeniería de sistemas y el de la ingeniería de seguridad y la integración de los principales sistemas del submarino en la ciberdefensa.