Entre estas iniciativas de desarrollo militar destaca en el ámbito naval el denominado 4E, diseñado para equipar con las tecnologías más avanzadas a los futuros buques que sustituirán a las actuales fragatas y destructores de las marinas europeas, y que está coordinado por España. Además, el país participa en el proyecto de ámbito aéreo de una nueva generación de pequeños sistemas aéreos remotamente tripulados (RPAS), denominado NGSR; en el destinado al Modelado Automatizado, Identificación y Evaluación de Daños de Terreno Urbano (conocido por las siglas Amida-UT), y que está agrupado en el apartado de proyectos del entorno ciber y de sistemas C4ISR (mando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento) de la Pesco, y en el desarrollo del dominio espacial CoHGI (siglas de Centro Común para Imágenes Gubernamentales) De las cuatro, destaca la 4E (siglas, tanto en castellano como en inglés, de Elementos Esenciales de los Escoltas Europeos).
Tierra Los nuevos proyectos Pesco en el ámbito terrestre consisten en la creación de un centro de ensayo y simulación para carros de combate (MBT-Simtec), en el que están implicadas Francia, Bélgica y Chipre; y una iniciativa de mejora de la capacidad europea para implicarse y apoyarse en sus fuerzas armadas, denominada EU Mil Part, por las siglas en inglés de Asociación Militar de la UE, en la que participan Francia, Estonia, Italia y Austria.
El propósito del proyecto, en palabras que el propio Borrell ha plasmado en el documento, es conseguir “actuar con mayor rapidez y decisión ante las crisis; proteger a nuestros ciudadanos contra las amenazas que cambian rápidamente; invertir en las capacidades y tecnologías que necesitamos, y asociaciones con terceros para lograr objetivos comunes”.
La nueva “capacidad para la acción autónoma”, que “debe estar respaldada por la capacidad y la voluntad de poder decidir a nivel político”, y que tiene que estar sustentada sobre “una base industrial de defensa consolidada en la UE”.
Murtra puso el foco en la puesta en marcha del Fondo Europeo de Defensa, que a su juicio aporta estabilidad en las inversiones, factor necesario para dicho sector, y la apuesta europea por una mayor convergencia entre países, que permitirá competir en mejores condiciones a nivel global y favorecerá la interoperabilidad de los sistemas en la región.