La propia Digam señala que se trata de una tecnología con mucho potencial en multitud de sectores (entre los que se encuentra el de la defensa), ya que, en comparación a los métodos de fabricación tradicionales, ofrece una mayor libertad de diseño de piezas y una mayor agilidad a la hora de llevar a cabo el desarrollo y mejora de un producto, y de poder disponer del mismo.