V-280 Valor, ganador para Washington Se da la circunstancia de que Estados Unidos también se encuentra inmersa por su parte en un proceso para la obtención de una futura aeronave de asalto de largo alcance (FLRAA), en el que ya ha sido elegido el convertiplano V-280 Valor de Bell para sustituir a miles de UH-60 Black Hawk ahora operativos.
Indudablemente, el aparato desarrollado por Bell, que alzó el vuelo por primera vez hace ahora cinco años, se sirve de la experiencia adquirida con el V-22 Osprey, que en los años ochenta desarrolló el mismo fabricante junto a Boeing, pero a diferencia de los Osprey, las hélices con las que el V-280 Valor cuenta en los extremos de sus alas pivotan –para operar como un helicóptero durante los despegues y aterrizajes o como un avión de ala fija cuando necesite mayor velocidad– independientemente del propulsor.
París, Berlín, Londres, Roma y Atenas suscribieron entonces un plan con este objetivo bajo la fórmula de proyecto de alta visibilidad (HVP) de la OTAN. También en este contexto, a principios del año pasado el director de Política de Productores y Estrategias de Airbus Helicopters, Jerome Combe, propuso al a la firma italiana Leonardo unir esfuerzos de cara al programa NGRC. En este mismo marco se encuentran los planes liderados por la Alianza Atlántica para el desarrollo de una aeronave de ala rotatoria a lo largo de la próxima década y media, al que también aspiran las compañías estadounidenses Sikorsky y Boeing.
Se trata de un plan configurado bajo el proyecto de alta visibilidad (HVP) de la OTAN. De momento Airbus y Leonardo ya están cooperando en un estudio cofinanciado por el Fondo Europeo de Defensa para calibrar las tecnologías que se precisarán para el futuro desarrollo, que deberá entrar en servicio en la próxima década.