La nueva adjudicación, por tanto, “se basa en más de una década de cooperación exitosa entre Kongsberg, el gobierno polaco y la industria polaca”, explica la compañía sueca en un comunicado en el que también revela que las entregas se alargarán hasta la década de 2030.
Recientemente también ha trascendido que la Armada y la industria estudian las opciones de integrar este misil en los submarinos S-80 además de en las fragatas, como publicó Infodefensa.com.
La Armada española y la industria mantienen conversaciones en torno a la posible integración del misil antibuque NSM (Naval Strike Missile) de la empresa noruega Kongsberg Aerospace & Defense (KDA) en los submarinos S-80 que el astillero público Navantia construye en sus instalaciones de Cartagena. El contrato para la compra de este misil abre la puerta al empleo del NSM desde distintas platafomas, subrayan fuentes industriales a Infodefensa.com.
La compra de NSM está contemplada en el proyecto SEA1300 australiano, con el que se dotará a las fragatas de la clase Anzac y los destructores de la clase Hobart.
El arma también se encuentra en el inventario de, entre otros, Estados Unidos, Alemania, Noruega y Polonia.
Con la elección del arma del fabricante noruego Kongsberg Defense & Aerospace (KDA) Reino Unido sigue los pasos de España, que recientemente también ha optado por estos proyectiles para dotar sus futuras fragatas F-110 y las actuales F-100.
El Ministerio de Defensa acaba de recibir el visto bueno del Gobierno para la adquisición del misil antibuque Naval Strike Missile (NSM) de la firma noruega Kongsberg Aerospace & Defense (KDA).
Su versión aire-superficie, denominada Joint Strike Missile, será el arma principal antibuque del Joint Strike Fighter F-35, un avión de combate por el que tanto la Armada como el Ejército del Aire y del Espacio ya han mostrado interés.