Sobre la venta a Canadá, el fabricante detalla que ha adquirido compromisos económicos con el país con “el potencial de generar beneficios anuales de más de 3.000 puestos de trabajo para la industria canadiense y los socios de la cadena de valor, y al menos 358 millones de dólares para el producto interior bruto de Canadá durante un período de diez años”.
El equipo Poseidon constituye para la compañía estadounidense que lo fabrica la piedra angular de su colaboración con el sector canadiense en el marco del P-8, formada por las compañías CAE, GE Aviation Canada, IMP Aerospace & Defence, KF Aerospace, Honeywell Aerospace Canada, Raytheon Canada, y Standard Aero.
En un comunicado oficial, Portugal explica que la operación se enmarca en “las buenas relaciones internacionales” de ambos países, tras conocer “que el Gobierno de la República Federal de Alemania tiene disponible para la venta, en concepto de ‘paquete completo’, todo el inventario de su flota P-3C”, compuesta por seis aviones y elementos relacionados, como repuestos, equipos de soporte, bancos de pruebas, simuladores de vuelo, componentes de mejora de media vida (MLU) y procedimientos tácticos.
La Agencia de Cooperación para la Seguridad y la Defensa de Estados Unidos (DSCA) ha publicado la solicitud de adquisición que le ha realizado el Gobierno de Canadá de 16 aviones de patrulla Boeing P-8A. De momento, la operación ha sido aprobada por el Departamento de Estado norteamericano, si bien ahora se precisa completar una serie de trámites para que pueda hacerse efectiva, lo que incluye su paso por el Congreso, que ya ha recibido la certificación requerida notificando la posible venta.
En todo caso, no se descarta que la opción del P-8A acabe siendo la elección definitiva y Berlín adquiera alguna unidad más.
La llegada del primer P-8A noruego es para Sørfonden “un hito importante en la modernización de las capacidades de patrulla marítima del país”. Por parte del comercializador, el encargado de intervenir ha sido el vicepresidente y director de los programas del P-8, Stu Voboril, que en su intervención ha apuntado que, con el suministro de estos aviones, Noruega se une a un club de clientes internacionales que ya cuenta con siete miembros, incluidos tanto los países que ya lo tienen en servicio como aquellos que de momento únicamente lo han elegido para modernizar su flota de aviones de patrulla marítima.